No cabe ningún tipo de discusión si afirmamos que Akira
Toriyama con su Dragon Ball es el
gran introductor del manga en nuestro país. De la mano de esta obra empezamos a
descubrir los secretos de la narrativa gráfica japonesa, los arquetipos
utilizados y a conocer todo lo que rodea a la cultura del manga y el anime.
Pero no solo eso, gracias a Dragon Ball
se empezó a fraguar lo que es la actual cultura de fans de hoy día en España.
Vayamos por partes, no se inventó nada nuevo, sino que se
consolidaron una serie de prácticas que el fandom anglosajón llevaba cultivando
desde los años sesenta y que aquí empezaron a consolidarse a lo largo de los
noventa, a pesar de que ya existía anteriormente un fandom español. El primer
síntoma de esa consolidación de la actual cultura participativa en nuestro país
es la aparición de fotocopias de personajes de Dragón Ball en poses eróticas o bien directamente teniendo
relaciones sexuales, repito esto no es nada nuevo ya que el slash ya existía
desde la aparición de Star Trek; Sin
embargo, la intensidad que prometía este tipo de ilustraciones basadas en la
serie nipona prometía bastante.Todo este fenómeno se consolidó con la aparición
de Dragon Fall (Camaleón Ediciones y
Editorial Heliopolis, 1993-1997) de la mano de Álvaro López y Nacho Fernández.
¿Por qué Dragón
Fall es el catalizador de la cultura fandom o friki española actual? En
primer lugar por ser un filtro donde se recoge todo el conocimiento que los
autores tienen de la serie y la vuelcan -en la colección, y no solo eso sino que
hacen gala de de un conocimiento multifandom y lo vuelcan en la serie, es raro
el numero en el que no aparezca una referencia a Star Wars, Star Trek, el
universo X de Marvel, DC o cualquier serie, colección o película que estuviese
de moda entre el colectivo en ese momento. Eso se pone de manifiesto, sobre
todo, en las portadas en las que los autores hacen gala de su frikismo. Desde
un punto de vista académico se considera el hacer gala de los conocimientos
sobre una serie, cómic, película, etc.. como un primer síntoma por el cual
podemos identificar a un fan.
Todos estos elementos se entroncan en la tradición de la
fan fiction en la que existe gran interés por la rescritura de la historia. Y
en eso consiste Dragon Fall, una
rescritura vista desde el punto de los autores en el que podemos ver esas
escenas perdidas que suelen desaparecer del canon oficial o que simplemente se
nos omite en pos de una narración dinámica, pero que en el tipo de historias
que estamos tratando encuentran su mayor atractivo.
¿Debemos considerar Dragon
Fall como una publicación importante? Mi respuesta es: si. Por varios
motivos, algunos los he esbozado anteriormente, pero sobre todo porque es uno
de los primeros mangas españoles publicados de manera profesional, o más bien
pro-am, aunque beba de varias fuentes, incluida Bruguera. Aunque este alejado
por lo que en la actualidad entendemos como manga hispano es simplemente eso
los primero pasos de una forma de entender el cómic en nuestro país que ha
tenido que crecer rodeado de prejuicios. Aunque siendo sincero debo decir que
ha envejecido mal (muy mal), pero no por ello pierde su valor histórico y
contextual. Dragon Fall al igual que
el resto de publicaciones echas por y para fans solo tienen ese valor dentro de
un contexto social e histórico que hace que con el tiempo vaya perdiendo
algunos de los valores que la hicieron popular en su momento.
De todas maneras animo a todos los que en su momento
adquirieron esta colección, y todavía la conserven, que le vuelvan a echar un
vistazo, os aseguro que volveréis a pasar un buen rato.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
La verdad es que es genial. ¡Muchas gracias!
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