¿Qué es cómic y que no? ¿Dónde está la
línea divisoria entre lo que es y no lo es? o ¿Hasta qué punto es
experimentación y en qué momento deja de ser cómic?. De vez en cuando surgen
cómics, o digamos títulos para aquellos a los que no les pueda gustar aplicar ese
término a ese tipo de obras que ponen en entredicho las concepciones que
tenemos en torno al 9º arte, que ponen en duda todos nuestro prejuicios en
cuanto a los límites de la creación y que hacen que nos planteemos las preguntas con las que empiezo esta
entrada.
No descubro nada a nadie si digo que
el cómic español actual está viviendo una revolución a muchos niveles, y una de
estos es la rotura de las formas clásicas de la historieta. Si hace un año más
o menos aventurábamos algo por aquí sobre el no-cómic, hace un mes hablábamos de
Pulir de Nacho García hoy nos toca
hablar de Esto se ha hecho mil veces (¡Caramba!, 2013) de Xabi Tolosa (que decir
de este trabajo que no haya dicho ya Gerardo Vilches, pero vamos a intentarlo).
Xabi Tolosa es un autor de cómics o
no, más casual de lo que estamos acostumbrados por aquí, pero no por ello esto
repercute en la calidad de la obra que estamos hablando. De esa casualidad se
desprenden una serie de formas narrativas que recorren este título desde la
primera hasta la última página, en esa mezcla de casualidad y diario personal,
cabe recordar que Esto se ha hecho mil
veces es originalmente un webcómic, nos encontramos con una obra en la que
el texto tiene una preeminencia en la narrativa y el dibujo sirve de apoyo; sin
embargo, no se convierte en un componente subsidiario: el dibujo, las
ilustraciones o los monigotes (al gusto del lector) es un elemento que en un
principio parece destinado a no tener relevancia, pero se convierten en un aspecto vital para
entender la historia de Xabi que a la postre es su propia vida.
Todo forma parte de una manera quizás
no tanto de entender el cómic sino de una forma de expresarse como actitud
vital del autor. Porque este trabajo sí que es un manifiesto sobre esa voluntad
de explicar, de expresarse sin ataduras, sin querer trascender solo hablar y
explicarnos su vida, sin truco ni cartón.
De ahí surge un estilo que podríamos denominar
conversacional, por simple, sencillo y directo. Esos elementos brotan de un
relato espontaneo, o al menos así lo parece (los designios del autor son
inescrutables), en la que la planificación narrativa aparece de la misma forma
que desaparece, en la que cada página parece un mini capítulo de Los Simpsons,
empieza de una manera que inexplicablemente nos lleva a un desarrollo que nada
tiene que ver con cómo había empezado y que plantea tramas de las que nunca
conoceremos su resolución. ¿Por qué? Yo me sigo preguntando de dónde demonios
saca Camarón la bollería industrial, me quedo con ganas de saberlo y todo
gracias ese estilo directo más cercano al discurso hablado que al escrito (Xabi
por favor si lees esto dime de donde narices saca el gato los bollos)
O quizás todo el texto este hilvanado
a base de casualidad y que todo sea fruto de un plan perfecto en el que aparece un tipo con una vida en
apariencia simple y sosa (pero con bata) aunque llena de anécdotas, un gato que
aparece cuando tiene que hacer acto de presencia y un mundo exterior hostil al
que Xabi se resiste de manera extremadamente pasiva. O quizás las cosas sean
tal cual nos las cuentan.
En cuanto a si es cómic o no esta
fuera de discusión, pero para mí lo es, el que piense que no, no debe dejar de
escapar la oportunidad de disfrutarlo. Porque saber o no saber dibujar no debe
ser una limitación a la hora de crear historietas, aunque de vez en cuando también
viene bien romper las reglas sobre todo de alguien que viene de fuera de la
industria. De todas maneras Esto se ha
hecho mil veces es algo tan fresco y desprejuiciado que no tiene otra misión
que sacarnos unas risas, yo hacía tiempo que no me reía tanto.
A todo esto me acabo de acordar de una
conversación con un amigo sobre este cómic, todavía no lo habíamos leído y solo
le habíamos echado un vistazo a lo que habíamos visto en Internet a mí me dio
por preguntarle que le parecía lo nuevo de Caramba, y él me respondió: “Creo
que han subido la apuesta”. En su momento no lo entendí, pero es cierto desde
Caramba han subido la apuesta, y eso son buenas noticias para todos nosotros.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
¿Entonces, puedo publicar yo las tiras cuando las aboceto a boli, amonigotadas? Porque es un alivio pensarlo, me ahorraría mucho trabajo y profesionalidad que, por lo visto, sirven de poco.
ResponderEliminarDepende de lo que entendamos por profesionalidad, en este caso me parece una apuesta muy interesante. En cuanto al estilo me parece muy acertado, posiblemente basado en las limitaciones del autor algo que me parece un punto a favor de este título, por otro lado la intencionalidad de lo que es el relato con el estilo hace que juegue todo a su favor.
ResponderEliminarEn mi opinion este tipo de obras son muy enriquecedoras en cuanto a la apertura del espectro que oferecen. Lo malo es quedarse solo en la forma y no en el fondo, y es cuando se conjugan cuando todo toma sentido, y en el trabajo de Xabi se demuestra (a pesar de ser un autor casual)
Para mi es de agradecer que haya gente que se atreva a hacer cosas diferentes y editoriales que los apoyen, porque no solo de retratistas y paisajistas ha de vivir el cómic ni de obras basadas en la forma (que para gustos los colores). Pero bueno hay tantas cosas que sirven para poco.
(Retomo) Lo principal es contar historias con coherencia dentro del estilo de cada autor para un publico determinado, y en mi opinión alejándose de cierto sectarismo. Es decir, comunicar y transmitir, llegar a un publico con tus herramientas.
ResponderEliminarAunque no siempre son necesarios todos los "utensilios de la comunicación" la sencillez y el discurso directo es un plus en el ámbito de la comunicación, que es básicamente de lo que estamos hablando no por hacer todo el proceso, ha de ser un producto bueno, porque a veces ni utilizando todas las herramientas se consigue comunicar y mucho menos emocionar,
A veces olvidamos que el cómic es un medio y no un género, con lo que cada cual es libre de hacer lo que le venga en gana con la simple limitación de trabajar con una superficie plana. El error es equiparar medio con género y pensar que todo debe estar encorsetado dentro de unos parámetros al margen del medio. Yo lo siento mucho pero Bryan Hitch en estado de gracia no es el culmen del cómic, sino simplemente un buen dibujante de cómics de superhéroes, que para variar volvemos a dejar fuera el guión, como si un acabado anatómico perfecto fuera lo único importante.
ResponderEliminarLa calidad de una obra depende única y exclusivamente del público, mientras que la profesionalidad abarca diversas facetas del autor donde entra no sólo lo qué hace, sino el cómo lo hace (donde entran factores al margen del público, como los relacionados con la editorial y los medios, que van al margen de la propia obra).
En resumen, todos somos libres para decir si algo nos gusta o no, nada más. Lo que nunca se debe hacer es reclamar como propia la verdad absoluta, pensando que un medio debe ser como nosotros creemos que debe ser, porque además de perdernos grandes obras podemos encima no ser capaces de hacer con la suficiente calidad esa visión fanática del medio.