En la
entrevista que publicamos hoy, realizada el 27 de marzo de 2013, hablamos con Samu
(a.k.a. El otro Samu) y Jesús (a.k.a. Fresús), las mentes pensantes que hay detrás
de Adobo, uno de los fanzines más
representativos del último lustro. Con ellos repasamos tanto la historia que
hay detrás de su publicación, como la forma de entender que estos
autores-editores tienen del mundo del fanzine así como darnos su opinión sobre
la situación actual de la industria.
Miguel: “Nuestro retoño viene a saciar
nuestra necesidad de ofrecer un fanzine de humor honesto y sin trabas”, esa es
la primera entrada de vuestro Blog ¿Después de 5 años y 10 números creéis que habéis
cumplido?
Samu: La verdad es que si,
en intención hemos sido honestos y sin trabas, y en el proceso nos hemos
quedado muy satisfechos. Lo que pasa es que por aquel entonces no sabíamos todo
el trabajo que eso llevaba detrás.
Jesús: Creo que Adobo ha tenido una evolución, al
principio era más bestia buscando hacer un chiste, ya no fácil sino
provocativo; y ha acabado teniendo ese espíritu, pero con otras aspiraciones de
carácter artístico aunque nunca las haya habido. En ese sentido ha habido una
evolución desde los primeros números a este que tiene mucho que ver con la
gente que hemos metido a última hora.
Miguel: Incidís sobre todo en la idea de
fanzine de humor.
Samu: Lo que pretendíamos
hacer desde un principio es hacer reír pero de una manera más visceral, animal e
instintiva. Cuando hemos contactado con autores para que colaboraran o cuando hemos
recibido sus aportaciones, sí que es cierto que decían cosas muy tremendas,
había vísceras y auténticas abominaciones, pero el objetivo que siempre
pedíamos era que hiciera reír.
Jesús: Básicamente es que
no sabemos hacer otra cosa. Podemos hacer diferentes tipos de humor y sabemos
hacerlo pero si quisiéramos hacer cómic serio a la mayoría de los autores de Adobo nos resultaría muy complicado.
Incluso Nestor F. que hace cortometrajes, incluso alguno un poco serio, se le
nota esa venilla de humor.
Samu: A mí me ha pasado que
en encargos de ilustración para niños procuras cambiar el registro pero cuando
lo he presentado me han dicho que es un poco fiero, y es que no puedes
evitarlo.
Miguel: ¿Y en ese humor hay límites?
Jesús: Los que el mismo
autor se autoimpone, eso lo hemos hablado mucho entre autores que muchas veces
al no sentirse cómodos con lo que hacen no lo presentan. En mi caso, me cuesta
mucho hacer desnudos, aunque no estén practicando sexo, me siento incómodo
dibujando gente desnuda, lo he hecho alguna vez pero no es lo que más me gusta,
quizás ese es mi límite. Nosotros nunca los hemos puesto en plan “con esto te
has pasado” o “esto puede traernos problemas” y si lo han hecho nos hemos reído
con ellos y hemos apechugado con las posibles consecuencias.
Samu: Siempre ha sido así.
Lo que ha pasado con los autores y con nosotros mismos cuando empezamos con el
fanzine es que venimos de un entorno mucho más generalista quizás en ese
entorno este tipo de humor sí que hubiese sido un freno. En Adobo dijimos desde un principio que no
había ningún problema que estábamos abiertos porque los autores que
seleccionamos iban todos en esa línea de ese tipo de humor. Así que no ha sido
tanto la elección del tema como la elección de los autores lo que nos ha
costado.
Jesús: Es que el autor sabe
perfectamente con lo que se siente cómodo y con lo que no y es él el primero
que no se quiere engañar así mismo.
Samu: En realidad un
fanzine te da la posibilidad y la obligación de dejar al autor que se marque
sus propios límites. Y no hacerlo por formar parte de un sistema en el que te
prostituyes para conseguir unas ventas o para conseguir un tono concreto.
Miguel: Alguna vez habéis tenido que
darle el toque a alguien.
Samu: Quizá por todo lo
contrario.
Jesús: Hemos dado el toque
cuando ha entrado gente nueva y no estaban en la línea de Adobo por ser un
humor más blanco. Quizás lo que ha dado un poco más de acojonamiento es lo de
Letizia follando con Mahoma.
Samu: De hecho el propio
autor cuando nos lo presento nos dijo: “mira, esta es la contraportada. Me he
asesorado legalmente de que no habría ningún problema por parte de la casa real
si nos intentan trincar, eso si la bomba lapa no hay quien nos la quite”. Ahí
tienes que apechugar, incluso con la portada del número 2 de Nacho la de “sexy
y divertido”, era mucho más humor blanco, pero estaba tan en la línea de Adobo que formalmente impactaba mucho
porque rompía con la anterior.
Jesús: A día de hoy creo
que es nuestra portada favorita.
Samu: Resume mucho de lo
que es Adobo, el gag rápido y sencillo.
Miguel: Antes estabais en Ojo de Pez ¿en qué momento decidís crear
algo vuestro?
Jesús: Muy sencillo, Ojo de Pez se acabó como se acaban todas
las cosas, por agotamiento, cuando llevábamos casi 100 números en Internet.
Tuvo una época brutal de pique entre autores que vino muy bien para lo que
luego fue Adobo. En un momento
decidimos que queríamos hacer un fanzine en papel pero con unos autores que
llevaran una línea parecida entre ellos. Porque en Ojo de Pez había de todo desde humor blanco a negro, así que
sacamos Adobo en 2007. Lo llevamos en
secreto y el primer salón que fuimos se lo enseñamos a nuestro compañeros de Ojo de Pez y los que no estaban en un
principio se lo tomaron como una traición, pero tras leerlo han entendido han
visto que había una línea en la que ellos no encajaban.
Samu: Muchas veces se ha
planteado que era como una selección de los mejores autores de Ojo de Pez, y quizás sea todo lo
contrario porque había autores maravillosos como Ilustradanus que tenían un
estilo de puta madre y que resolvían muy bien, pero no seguían esa línea de humor.
Fuimos 3 o 4 los que dijimos esta línea puede estuviera integrada por estos
autores. Por ejemplo Molg H. no dibujaba por aquel entonces en Ojo de Pez, por cansancio o por no estar
de acuerdo o porque simplemente no lo veía interesante, en cuanto nosotros le
plantemos Adobo volvió a dibujar de
nuevo; eso para nosotros fue uno de los grandes logros: recuperar a autores que
estaban desencantados. Ya que en Ojo de
Pez cada dos semana se hacía una tira, y había desgaste a nivel
estilístico.
Miguel: Lo que sí que es cierto es que Adobo ha ocupado un lugar que en España
parecía vacante, ha habido el intento de El
Jueves pero lo han ido castrando continuamente.
Jesús: Recuerdo una revista
que se llamaba Humor a Tope, también
había unas revistas en los 80 y 90 en que el humor era más cañero donde el autor
tenia libertad. Fijándonos en el espíritu de esas revistas y el de la cultura
fanzine surgió Adobo. Es cierto que
no había nada, pero tampoco tratábamos de rellenar un hueco, solo queríamos
hacer lo que nos apetecía en ese momento.
Samu: Pensamos en ese
hueco porque cuando queríamos buscar alguna cosa del humor que nos gustaba,
pero antes de indagar pensábamos que había autores suficientes para un tipo de publicación que
nos gustase a nosotros mismos.
Miguel: ¿En qué momento os decidís por
el formato cuadrado?
Jesús: No queríamos hacer
el típico formato comic-book o Din A-4 doblado. Pensamos que el formato
cuadrado podría ser interesante aunque subiera mucho los costes, como así ha
sido.
Samu: Exactamente. El
espíritu del fanzine siempre ha sido ahorrar al máximo, pero nosotros queríamos
invertir en una buena imprenta, buenos materiales y hacerlo en un formato
distinto. Porque nos apetecía ir un poquito más allá, veníamos del formato digital
en el que podías hacer una tira kilométrica, así que pasamos de la web al
impreso y al blanco y negro, y para ir más allá nos decidimos por el formato
cuadrado como un aspecto definitorio y porque en las librerías iban a destacar.
Jesús: También siguiendo el
espíritu Adobo era también para joder
las colecciones de la gente.
Samu: Además queda hueco
para poner los Naufragitos encima de Adobo, para que queden por encima una
vez más.
Miguel: ¿Teníais referentes?¿Separándoos
de Ojo de Pez intentabais superar ese
tipo de humor?
Samu: No intentábamos
emular a nadie cada uno llevaba su estilo a cabo, estamos hablando de ser autorreferenciales.
Si haces 100 números de un fanzine on-line tienes una historia detrás y sabes
cuál es tu estilo y eres fiel a este, y dentro de la publicación
seleccionábamos a los autores para que fueran todos en esa línea.
Jesús: Lo bueno de eso es
que como estuvimos tanto tiempo en Ojo de
Pez, 7 u 8 años, que los autores nos cogíamos cosas unos a otros existía
retroalimentación.
Miguel: Habéis sido muy críticos con la
industria, en este último número, y sobre
todo con los salones.
Samu: Si, porque los hemos
sufrido y los hemos amado a partes iguales. Nos ha gustado ir a los salones
porque era un punto de encuentro de todos los autores de toda España. Era un
motivo de satisfacción pero también era un trabajo y un sitio donde te
encontrabas todas miserias del primer escalón editorial en España: acarrear los
ejemplares de un sitio a otro, encontrarte salones que te dan muchas
facilidades y otros que no. Ese trabajo que cuando estas en un stand vendiendo
y no se ve, y sobre todo enterarnos a lo largo de estos años de todas las
miserias que hay entre bambalinas: los piques, los malos rollos entre editoriales,
distribuidoras, como una distribuidora es capaz de cargarse una editorial, como
una publicación puede estar enterrada por otra que tiene más contactos, etc. De
todas esas cosas te das cuenta cuando estas sacando una publicación impresa.
Jesús: Ahora solo estamos
Samu y yo, pero cuando empezamos éramos más en el stand y era una época muy
alcohólica. Llevábamos cerveza, empezábamos a beber y claro, eran 9 horas. Con Ojo de Pez nos dieron un premio en
Madrid, a Adobo también, donde casi
nos echan porque subió a recogerlo un compañero que iba borracho y la lió.
Empezó a dar un discurso sobre el premio: que si era una mierda, se metió con
el jurado cuando era público. En Zaragoza también nos vetaron. Luego, por lo
que veo en Twitter, somos de los menos críticos con los salones aunque luego en
sus fanzines no lo hacen.
Miguel: Pero sí que lo reflejáis en el
blog.
Samu: En el blog salen
todas las miserias del encanto.
Jesús: Si te fijas nosotros
no tenemos un blog para contar que hacemos en el fanzine, sino para contar lo
que hacemos con este: Contamos lo que hacemos cuando vamos a los salones,
cuando hacemos una promo, etc. La manera de enfrentarnos a ese tipo de asuntos
es la misma que tenemos de enfrentarnos a una página. No tenemos doblez ninguna lo que sale
en la página es lo mismo que se vive cuando se trata con nosotros quizás por
eso seguimos siendo un fanzine honesto y sincero. Somos tan cabrones como buena
gente, hay gente en los salones que ha venido y nos ha dicho: “yo pensaba que erais
unos putos locos y me encuentro que sois unas personas maravillosas” entonces
es cuando nos metemos con ellos.
Miguel: En ese sentido sois fanzineros
de la vieja escuela: liándola en los salones, gritando…
Jesús: Cuando empezamos era
brutal, porque no sé cómo lo hacíamos.
Samu: Cuando éramos 10
personas en el stand, uno decía una burrada y otro decía otra mayor y otro que
intentaba superarlo todo. Había un pique continuo, encima el nivel de alcohol
iba subiendo las burradas eran cada vez mayores y cada vez se entendían menos.
En Adobo lo que tratábamos de
reflejar lo que había en nuestras páginas con nuestra forma de vender. Cuando
empezábamos a pregonar decíamos cosas al aire no a la gente, luego nos dimos
cuenta de que insultar a la gente era una forma de atraerlos o de por lo menos
saber que podían encontrar en nuestras páginas. La tónica que había en los
stands cuando nosotros empezamos a girar era: stand con las publicaciones, una
persona sentada, y cuando alguien se acercaba este le hablaba. Nosotros las
abordábamos, las perseguíamos y hemos llegado a insultarlos, salir del recinto
ferial persiguiéndolos tirándoles Adobos.
Es verdad que así te cierras puertas con unas personas, pero te las abres con
otras.
Miguel: ¿qué significa un salón para
vosotros?
Jesús: Significa
agotamiento puro, este hombre más que yo porque sufre más para dormir. Es
agotamiento puro porque son muchísimas horas en un mismo sitio, aunque también
hay gente con la que te lo pasas bomba todos los años, gente nueva, después del
salón suele haber presentaciones, premios… Es salir y verlo pero ya son muchos
años. A mí me sigue gustando y este año vamos a Ficómic porque sabemos que es
el último año.
Samu: En realidad los
salones significan para nosotros las grandes ventas. Vendemos entre el 60 y el
80% de la tirada en salones, la distribución que hacemos no está mal porque
llegamos a bastantes puntos de venta, no es lo mismo ver una publicación le
eches un vistazo a que te encuentres a dos calvos o a un grupo de personas
vociferando y sepas que esas personas te van a liar lo mismo dentro de esas
páginas que lo que están haciendo in situ. Es agotador porque tienes que hacer
un esfuerzo tremendo y tienes que dar el todo por el todo: estar supersimpático,
lidiar con personas que no te caen bien y con las que te caen muy bien y te
gustaría irte de copas pero que te tienes que quedar allí. Luego están cosas
como los cospobres que son los cosplays muy cutres que reinterpretamos a
nuestra manera, yo creo que el primero fue un tío que vimos con el pelo rosa y
dijimos que era Espinete. Luego es una fuente de historias para el fanzine.
Otra de las cosas interesantes es el descubrir muchos sitios infectos para ir a
comer.
Jesús: De hecho, cuando
estábamos haciendo los cromos un compañero nos dijo que dejáramos de poner
restaurantes porque solo estábamos poniendo sitios donde habíamos comido y
había unos 100 restaurantes en los cromos.
Miguel: ¿Qué va a ser de vuestra vida
sin salones?
Jesús: La de Samu creo que
va a ser mucho mejor.
Samu: Tranquilidad, a mí
no me gusta nada viajar.
Jesús: Yo voy a volver,
pero sin obligaciones. La responsabilidad ha sido tal que me apetece volver a
los salones estar un par de horas y luego irme a Barcelona o a Madrid a ver la
ciudad.
Samu: Ahora mismo todo lo
enfocamos de cara a la venta con todo muy programado. Al principio era muy
distendido, pero eso solo fue en los primeros número ahora nos recogemos pronto
para estar a primera hora para no perder ninguna venta. Entonces la parte más
divertida se va deteriorando en pos de la formal, con el inconveniente de que
no hay una compensación económica.
Miguel: Ganáis en Expocomic 2009 y luego
vienen las tres caídas de Ficómic. Posiblemente sois el cómic más nominado de
la historia.
Samu: Nominado
consecutivamente: sí.
Jesús: El primer año
hicimos una campaña para no ganar porque no había posibilidades, el segundo año
sí hicimos un poco y el tercer año pensamos que sí, y nos quedamos con cara de
tontos.
Samu: Ya teníamos en mente
que el siguiente iba a ser el último número y pensábamos que ese premio
económicamente nos iba abrir muchas puertas a sacar un número final de puta
madre. Que nos dieran con la hucha en la boca nos dejó un poco mal. Pero el
trato que recibimos en el salón es bueno y económicamente es muy rentable.
Miguel: Os vais vosotros y llega un
evento como GRAF ¿Qué pensáis que tiene que aportar al pequeño editor?
Jesús: Creo que en estos
acontecimientos ya sea Kaboom o GRAF tienen una parte muy buena que es que ven
lo que no le gusta de los grandes salones y lo intentan mejorar. Pero la
infraestructura es tan poca, porque no hay dinero, que posiblemente fallen
cosas que Ficomic tiene resueltas. Es un anexo a Ficomic pero no un sustituto.
Lo hemos comprobado en Sevilla este año que se quiso quitar todo el manga y
todo lo que no conlleva cómic y al final fue muy poca gente. Me parece bien que
se haya puesto en las misma fechas que el Saló porque mucha gente se va a pasar
por GRAF.
Samu: Para nosotros es una
putada, nos hubiera gustado asistir como público, y al margen de eso cuando hay
dos eventos que se solapan los que salen perdiendo son los expositores. Sevilla
y Getxo siempre se celebran a la vez y siempre te quedas con la duda de donde
habrías vendido más. Lo ideal hubiera sido que Ficomic le hubiese reservado una
sala al pequeño editor y hubiera sido maravilloso porque estaríamos todos en el
mismo sitio. Nosotros vamos a estar de manera indirecta en los dos, pero no
vamos a darlo todo en los dos. Al margen de todo eso me parece de puta madre
que haya una capacidad de respuesta por parte del sector, puede ser el germen
de algo mayor, puede morir aplastado o puede integrarse con su principal
competidor, que puede ser algo interesante. En situaciones de crisis es cuando
se reacciona, cuando el pequeño editor y el fanzinero han visto que están muy
puteados en los grandes eventos es cuando han tomado la iniciativa.
Miguel: A mí a veces me gusta desglosar
dos conceptos que en un principio parecen unidos, por un lado fanzine y otro
autoedición.
Jesús: Yo creo que antes de
que existiera lo digital la gente buscaba el mejor papel para hacer su fanzine
de fotocopias. Ahora mismo es mucho más fácil buscarte una imprenta malilla,
gastarte un poco de dinero y sacar tu dinero en una buena edición. Nosotros lo
llamamos fanzine pero se le podría llamar autoedición, ya sea por la tirada o
por la periodicidad.
Samu: Para mí es una cosa
más de espíritu. Antes has dicho que éramos fanzinero a la antigua usanza para
nosotros esa es la esencia pero no necesariamente tienes que tirar por esa vía.
Pero tu cuando haces un fanzine como bien a dicho Jesús vas a poner lo mejor o
lo que más te puedas permitir. Nosotros dentro de lo que cabe contábamos con un
presupuesto de inicio interesante, conocíamos buenas imprentas y los programas
para maquetar: si en todo el proceso se aplica ciertas pautas de calidad es
porque los componentes lo han querido así, pero al margen de todo eso nos
movemos al igual que cualquier fanzine. Una persona que se autoedita como que
se lo toma más en serio nosotros lo hacemos porque nos gusta y para pasárnoslo
bien.
Jesús: Básicamente estamos
en la zona de fanzines.
Samu: y no nos pensamos
mover de allí.
Miguel: Pero por allí también puedes
encontrar a Los Ninjas Polacos que
cuidan mucho la calidad y el formato.
Samu: A nosotros nos
encanta lo que hacen, pero es un espíritu más artístico que de gamberreo. Sin
embargo, nuestro cuidado por el formato es para que salga todo de la forma más
profesional posible.
Miguel: Consideráis el fanzine como un
modo para llegar o como un fin en sí mismo.
Jesús: Yo lo considero un
fin, creo que la mayoría de autores lo cree así. Ahora con internet y con
tantos medios para llegar a donde tú quieres no hace falta un fanzine para
llegar. Nosotros hemos buscado la calidad porque sabiendo cómo está la cosa es
difícil que nos publiquen y ver nuestra publicación bien hecha da gusto.
Siempre lo hemos visto como un fin.
Samu: La idea de fanzine
como glosario de autores para mostrar al mundo editorial nunca ha estado en
nuestras mentes. Nosotros no seleccionábamos a los mejores autores para que
nuestra publicación llegara a El Jueves.
Para nosotros el resultado final de Adobo ya era un logro en sí mismo, nuestro
objetivo era hacer lo mismo pero mejor, si nos hubieran dado más dinero no nos
lo hubiésemos gastado en presentarlo en más salones, sino en hacer una edición
mejor.
Miguel: Entonces ¿Qué es hacer fanzines?
Samu: Hacer fanzines es
hacer lo que te sale de los cojones, hacer lo que te gusta y ser consecuente
con lo que haces.
Jesús: Yo que llevo
haciendo fanzines desde que tengo 17 años nunca lo he visto como un medio
siempre lo he hecho por diversión. El dibujante siempre quiere enseñar lo que
hace, entonces el fanzine es una forma de recopilar lo que tú haces de hacerlo
con otros compañeros para darse a conocer. También es una forma de
relacionarte, yo siempre he conocido gente haciendo fanzines. Siempre he
pensado: “voy a hacerlo” sin más.
Samu: Creo que nunca hemos
mandado el fanzine a una editorial. Ahora con las nuevas editoriales
posiblemente nos resultaría más difícil reunir a todos esos autores.
Miguel: ¿En qué lugar situáis vuestro
fanzine dentro del panorama editorial actual?
Jesús: No sé,
sucede una cosa curiosa, en los salones la gente no suele conocer el fanzine
pero siempre lo compran entonces no sabemos la gente que nos conoce dentro del
panorama editorial actual. No sabría dónde colocarlo.
Samu: Quizás en un fanzine
que ha durado mucho tiempo más que estar entre un autoeditor y un fanzinero de
grapa.
Miguel: A donde pensáis que se dirige la
escena de fanzines actual, si tuvierais que sacar otro número os lo
plantearíais con las mismas dinámicas.
Jesús: No podríamos porque
hemos decidido no seguir con los salones por el agotamiento que nos suponía.
Pero hablando exclusivamente del fanzine seguiríamos con las mismas dinámicas.
Samu: Hubiese sido igual,
quizás algún autor nuevo. La diferencia es que ya no queremos hacer esa parte
de salones, pero por lo demás Adobo
podría seguir infinitamente, sino estuviésemos cansados.
Samu: Siempre han tenido
tiempo tanto autores que han pasado malos momentos personales como los que han
pasado un momento de gloria profesional. Jamás les agradeceremos lo suficiente
que nos hayan reservado un hueco para seguir haciendo Adobo.
Miguel: Muchos de los autores más
relevantes del momento han pasado por Adobo
¿cómo veis el panorama autoral actual?
Samu: Yo lo veo como un
continuo. Esos autores han dibujado en Adobo
porque estaban dentro de nuestros autores escogidos para esa línea, pero yo
creo que Nestor F., Molg H. o Nacho García hubieran triunfado tanto si hubiesen
pasado por Adobo como si no.
Jesús: ¿Qué es
triunfar? Una cosa que tiene el cómic es
que está lleno de egos enormes. Samu y yo no tenemos ninguno ya que en ese
ámbito no queremos llegar a nada. Sabemos perfectamente quienes son los mejores
autores de Adobo y sabemos hasta
donde podemos llegar con cada autor. Como ya te hemos dicho esto lo hacemos por
diversión no por hacer algo grande, por eso me ha gustado mucho lo que ha hecho
David Rubín publicando sus cifras de ventas dando a entender que en este país
el cómic nunca ha sido para tirar cohetes salvo Bruguera que era otra cosa.
Miguel: Entonces que creéis: hay o no hay tormenta perfecta.
Jesús: Nosotros con nuestra
filosofía no vamos a tener ningún problema. Vendemos siempre lo mismo,
poquísimo, pero siempre dentro de nuestras posibilidades.
Samu: Es quizás por eso
que siempre nos reafirmamos en el mundo del fanzine. Sacamos una tirada de 500
de este último número, y en menos de un año hemos vendido 400. Si una editorial
hace 1000 y es capaz de vender 800 en menos de un año esa editorial pensara que
tiene buenos resultados igual que nosotros pensamos lo mismo de lo nuestro,
aunque desde una óptica más humilde. No tenemos intención de sacar segundas
ediciones a nosotros siempre nos ha interesado hacer cosas nuevas nunca hacer
un modelo de negocio rentable en esa línea, estamos satisfechos.
Miguel: ¿Que os parecen los modelos de
negocio de las nuevas editoriales?
Samu: Cualquier gitaneo
siempre es bienvenido. Para nosotros buscarnos las papas va desde distribuir a
través de colegas, pactar con una editorial o con una librería. Todo lo que sea
rentabilizar a la hora de hacer que el producto llegue al consumidor final y
este quede satisfecho, bienvenido sea. Piensa que las editoriales buscan que el
producto sea rentable en cambio el fanzine es el producto kamikaze por
excelencia porque se sabe que se van a tener pérdidas en el momento que se
empieza a pensar en el: tiempo, esfuerzo, dinero, oportunidades… Se trata de
una cuestión de supervivencia y para nosotros la supervivencia es sacar un
número más.
Jesús: Por ejemplo, Juarma,
que lo está petando, cuando saca un fanzine si solo lo vende por correo y no va
a salones venderá unos 50. Porque en realidad el mundo del cómic es muy nimio y
lo importante es estar en internet sin pretensiones y que la gente te conozca.
Miguel: Aparte de las ventas en internet
el fanzine ha pasado de ser un producto marginal a ser algo que se encuentra en
tiendas y lo que podemos llamar como librerías “cool”.
Samu: Todo eso nos dice
que hay un gusto por la subcultura. Nosotros cuando empezamos a publicar solo
lo llevábamos a tiendas de comics, un año después empezaron a surgir las
librerías gráficas, luego empezaron este tipo de librerías más enfocadas al
rollo moda. Estas librerías han visto que el mundo del fanzine puede ser un
escaparate para gente que gráficamente son interesantes.
Jesús: En el proceso
también ha surgido internet como medio para vender, a veces nos empeñamos en
comparar épocas, y no es lo mismo.
Samu: una cosa que nos ha
pasado en Adobo es que empezamos en 2007 y terminamos en 2013, hemos vivido la
crisis económica en el mundo del cómic. El exprimir todos los recursos,
abaratar todos los costes, sobrevivir a todo lo que venga hay un montón de
publicaciones que se han caído por el camino
por no tener dinero. Hace 5 años veías salones llenos ahora ves pasillo vacíos
y que los stands comerciales les han ganado el sitio a tiendas de
coleccionista, editoriales pequeñas todo eso ha pasado mientras nosotros hemos
ido publicando. Y el mundo del cómic español es de quejarse mucho.
Miguel: Tenéis a Marc Torices, Molg H.,
Nestor F., Pau Anglada, Alexis Nolla, Nacho García,… por citar algunos ¿Con que
autor os habéis quedado con ganas de que apareciera en Adobo?
Jesús: El primero Juarma,
estuvimos detrás de él mucho tiempo, José Tomás, Cornellá, que ahora lo está
petando; Gustavo Sala, que entraron como colaboradores en el último número,
pero nos hubiese gustado que hubiesen participado mucho antes.
Samu: Paco Alcázar nos hubiera
gustado pero tiene una filosofía muy concreta con los fanzines y no pudo ser.
Nosotros pedíamos cómic pero nos enviaba solo una ilustración.
Jesús: Lo que pasa que
también buscamos gente que esté comprometida. Gente que conozcas que no solo pedirle
páginas y que te las mande por e-mail sino gente que puedas ver en Barcelona y
Madrid. Tuvimos la suerte de que Néstor nos presentó a Alexis Nolla, que es un tío
genial, y luego nos presentó a Pau y a Marc. Desde el principio también nos
hubiera gustado participar con Jorge Parras y ElFelix pero ellos estaban
haciendo ARGH!, y también era un poco
tontería, no tenía sentido hacerlo ellos ya tenían publicación propia.
Samu: También hemos sido
muy de flechazos, no hemos ido investigando lo que podría ser bueno para Adobo, siempre ha sido cuando hemos
leído algo y hemos pensado: “este cabrón tiene que estar en Adobo”. La última vez que nos pasó fue
con Joaquín Guirao, pero es que Adobo ya
se estaba acabando. Y ha sido ya en el último año, pero de todas maneras
siempre íbamos con la lista de autores que podrían publicar en el caso de que
alguno de los habituales cayese.
Miguel: En qué momento os dais cuenta de
que Adobo es un fanzine de referencia.
Jesús: En el momento que la
gente volvía año tras año para pillarlo, parece raro porque nosotros no hacemos
parodias ni nada por el estilo, que tienen un público muy claro, y te vas dando
cuenta de que gusta, luego te nominan. Es un poco de todo.
Samu: Con las nominaciones
sucede que parece que tarde o temprano, por estar allí cada año y ser un
fanzine un poco longevo, va a caer. Y que no hace falta ni que seas un buen
fanzine pero lo que sí que se ve es el feedback. Lo que sí que ves es que alguien
que compro el fanzine el año anterior y vuelve con los colegas para comprarse
otro número del fanzine, eso sí que te hace pensar que has llegado a un público
y eso es lo que te da de pensar que has llegado a un público, pero tanto como
de referencia…
Jesús: Lo que dice Samu nos
gusta más que si viene el típico modernillo y nos pilla el fanzine porque sabe
que está nominado.
Samu: Adobo ahora es
cuando parece un fanzine de culto porque en él hay unos autores que han pasado
a serlo de manera independiente. Si no hubiera sido un fanzine que ha perdurado
un poco en el tiempo y ya está.
Miguel: También en estos dos últimos
años han salido a la palestra un grupo de autores muy interesantes.
Samu: Han cambiado las
miras, ahora con las editoriales pequeñas abiertas a ese tipo de humor la gente
como se anima más a colaborar en fanzines como que hay más autoestima. Es
verdad que ha habido un cambio no tanto de calidad como de cantidad.
Miguel: Lo que hay ahora es mucha
parodia.
Samu: La parodia es
rentable.
Jesús: Siempre cuento una
anécdota sobre este tema, me acuerdo de gente pasado por delante de los stands
sin pararse hasta que ven Pardillos
de Aza (la parodia de Perdidos) y lo
compran sin mirarlo ni nada. Eso vende da igual que sea bueno malo o regular.
Samu: Es un reclamo
infalible sabes que la gente que conoce el original cuanto menos se va a fijar
en él. Si eres autor y quieres que la gente se fije en tu trabajo la parodia es
un valor seguro. En Adobo le hemos
metido mucha caña podría decirse que son el anti-Adobo, son como un atajo, un recurso del reclamo rápido y luego te
intento convencer.
Miguel: Entramos en la recta final. En
todo este tiempo os arrepentís de haber hecho algo o de no haberlo hecho. Os
vais con la conciencia tranquila.
Jesús: Desde el principio
siempre hablábamos de cuando se acabará Adobo
se iba a acabar sin ningún drama y yo no hubiera escrito un guion más perfecto.
Si ganamos el premio este año nos vamos en la cúspide, si no el estar nominado
durante 4 años en Ficomic es genial, las ventas son buenas, la gente lo conoce…
Yo me voy contento, hay mucha gente que nos dice: “ahora que os va tan bien con
el último número porque no seguís”. La gente todavía piensa que lo dejamos
porque estamos desencantados y no es así lo hacemos porque estamos convencidos
de que tiene que ser de esta manera y seguiremos haciendo cosas pero como
colaboradores, queremos tener otra vida dentro del cómic.
Samu: No nos arrepentimos
de nada desde el punto de vista que hemos hecho todo lo que hemos querido y no
hemos querido hacer más. Posiblemente si hubiésemos tenido más miras quizás nos
hubiésemos arrepentido. Nuestro objetivo estaba muy definido y los hemos
cumplido desde el número cero. No esperábamos ni la repercusión ni tener tanta
distribución ni que la crítica nos pusiera tan bien.
Jesús: Yo yéndome al otro
extremo me ha gustado que a gente que no le gusta el cómic leyese Adobo y se riera. En un principio
pensaba que era un producto muy minoritario y que no iba a gustar a tanta
gente.
Samu: Incluso en el
lenguaje, pensábamos que era mucho más local y que los gags se iban a entender
en un entorno más inmediato. Pero te das cuenta de que es algo más universal y
que la gente lo asimila como suyo.
Miguel: O sea que esto es un punto y
aparte en el mundo de los cómics.
Jesús: Adobo se acaba aquí y no se harán más números seguro. Si a mí
mañana me diera mono de editar algo y convenciera a Samu, que es algo que no va
a pasar, haríamos otra cosa distinta.
Samu: Sabemos lo bueno y
lo malo de hacer un fanzine y ese es el principal freno y motivador para lo que
podamos hacer en el futuro.
Miguel: ¿Cómo os gustaría que se
recordara Adobo?
Jesús: A mí me gustaría que
se acordaran de Adobo como se
acuerdan de Cretino, para mí es un
referente, que la gente piense en humor y se acuerde de Adobo.
Samu: Como algo que te
hizo reír entonces y te hace reír ahora.
Jesús: A lo mejor es muy
cursi lo que voy a decir, pero me gustaría que alguien dentro de unos años abra
una caja y se encuentre un Adobo y se
empiece a reír como la primera vez que lo leyó.
Samu: Una cosa que no
aguantamos son las compras por compromiso. Creemos que hay 500 ejemplares por
número y que hay 500 personas que pueden entender el rollo de Adobo. Quien compra un número por
compromiso está quitándole a otra la oportunidad de divertirse. El lector de Adobo es casi un colega, entender el
rollo que lleva y comprarlo después para nosotros es maravilloso.
Miguel: Esta es la última pregunta.
¿Cuál va a ser la última parada del réquiem Adobo?
Samu: La última parada
será en el Encuentro del Cómic y la Ilustración de Sevilla 2013 en noviembre.
Jesús. Si todo sale bien lo
tenemos pensado como una fiesta, si queda algo por vender intentarlo pero sin
tomárnoslo tan en serio como en otros salones, disfrutarlo un poco más y
despedirnos de la gente de Sevilla.
Samu: Y los dos comeremos jabalí. Hacerlo en Sevilla nos permite ahorrar y por otro lado como la idea surgió
en un Encuentro así cerramos el círculo. Se trata en definitiva de cerrarlo de
una manera correcta y Sevilla podría ser el colofón perfecto.
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