En algún momento de nuestra vida todos nos hemos
planteado o se nos ha pasado por la cabeza tener descendencia, aunque luego la
cosa no haya seguido para adelante. Sin embargo, lo que si es cierto que
cientos de aquellos que deciden dar el paso si que se arrepienten de haberlo
dado. Y es que el hecho de ser padres ha dejado de ser, en cierta manera, el
fin de la familia para ser una opción más de vida.
Lo que si es cierto que si muchos de los que piensan en
ser padres leyesen Camila, pequeña bestia
parda (EDT, 2012) de Álex Fito se lo pensarían dos veces y seguramente con
un resultado negativo. Este recopilatorio de Camila, personaje que nació en los
estertores de El Víbora y que
continuó en el periódico balear Última
hora es un claro ejemplo de como ha cambiado la infancia. No estamos ni ante
los niños de Peanuts ni lo que
protagonizan Mafalda, a los cuales el
autor homenajea en las primeras páginas del volumen, lo cual queda patente en el carácter de Camila
y su relación con su entorno más próximo.
En primer lugar Camila es un personaje, aunque suene
manido, hija de su tiempo: egoísta, sin empatía e incapaz de relacionarse con
el resto de seres humanos correctamente. Lejos de encontrarnos con una familia
disfuncional que repercute en el crecimiento de la protagonista sucede todo lo
contrario los padres están volcados en la educación de esta aunque de una
manera que roza el masoquismo.
Teniendo en cuenta de que se trata de un volumen recopilatorio
que en gran parte recoge lo publicado en un periódico, este trabajo brilla por
recoger el día a día de lo que sucede en nuestra sociedad sin ningún tipo de ramplonería,
evitando citar directamente lo que acontece en la realidad y trasplantarlo en
la mente de una niña cruel y unos padres mendicantes de cariño, tanto por parte
de la hija como por el contexto socio-económico.
Es en definitiva un trabajo que confirma, o más bien
asienta, la función del autor de cómics en la prensa nacional. Si bien se trata
de un nicho de mercado que suelen ocupar creadores centrados exclusivamente en
ese ámbito, al menos en las grandes cabeceras, cada vez es más habitual
encontrarse a autores consagrados en el cómic como Paco Roca, Manel Fontdevila,
Mauro Entrialgo, etc. pasándose a una prensa necesitada de atractivos para el
lector. Así pues podemos considerar Camila
como una deliciosa obra bitono que recoge lo mejor de la tradición de la tira periodística
pero con la capacidad de adaptarla a los nuevos lectores de prensa y de llegar
tanto aquellos que no leen cómic como aquellos que lo hacen habitualmente
satisfaciendo a ambos por igual.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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