Continuamos con la segunda parte de la entrevista a Mireia Pérez
Miguel Pérez- Pero
si que hay lo que podemos denominar como un feminismo de perfil bajo, sin
embargo, este me parece mucho más importante. Por otro lado en La muchacha salvaje creo que se defiende
la idea de que “el cuerpo es un campo de batalla”.
Mireia Pérez- En
realidad es cierto, creo que es una cosa que surge sola y es algo de carácter
generacional. Nosotras ahora estamos experimentando con esas cosas y vamos
mucho a nuestro cuerpo porque es lo que nos diferencia del cuerpo del otro que
es el que impera, no porque sea mejor sino porque esta más presente
especialmente en la cultura. Todavía te dices: “mira soy distinta, mira que
gracia” y te llama la atención más que si fueras un tío.
Miguel Pérez- En La Muchacha… se nos habla de la relación
del ser humano con la naturaleza. Si en el caso del hombre tienen su origen en
Narciso; que muere ahogado, y en el de la mujer en Venus; nace de las aguas,
podemos comparar a la muchacha con esta última, mientras que el hombre se
perfila como un explorador la mujer se dibuja como una conocedora… Hasta que
punto se trata de un relato sobre la emancipación y el autodescubrimiento.
Mireia Pérez- No,
porqué yo quería hacer algo muy turbio, cuando creo el personaje mi intención
era enseñar algo mucho más oscuro y más siniestro que ha acabado siendo real.
El comportamiento que tiene ella es: siniestro porque no habla; no sabemos
porque pero no habla, es asocial; porque se diferencia de los suyos porque su
objetivo es ir a lo suyo, y luego por otro lado es violento; en el sentido de
que ella desprecia a unos hombres de manera violenta y coge a otros
violentamente, y porque se enfrenta a la violencia con naturalidad. Para mi
todo eso es normal, pero a la vez puede resultar siniestro. He conseguido que
la gente empatice mucho más con el personaje tratando de mostrar cosas
siniestras. De hecho, ella parece un espectador pero lo que nos da la lectura
es la experiencia de ella frente a todo lo demás, sus reacciones constantes
frente a todo lo que le rodea.
Miguel Pérez- Porque
ella reacciona constantemente a todo lo que se le impone, sino se le impusiese
nada no reaccionaría.
Mireia Pérez- Exacto,
es como un juego de estos que vas andando y van viniendo cosas. La historia es
eso, lo que pasa que ella tiene unas características y un objetivo, y todo lo
demás son pruebas.
Miguel Pérez- Viendo
todo esto ¿Cuál es el origen de La
muchacha salvaje?
Mireia Pérez- Ese
personaje surge de un dibujo mio, después de haber leído unos tebeos de
Blanquet, en el que hay una chica sola en un bosque jugando con un pajarillo,
esta desnuda, y su expresión es de felicidad y de sadismo. Ese es el origen de
ella, luego viene su historia que poco a poco se va endulzando porque tratas de
hacer un cómic comercial, que funcione, poder contar una historia coherente;
aunque con sus carencias porque es la primera historia que hago y no tengo una
experiencia de ritmo, pero como historia es bastante universal. De manera que
lo siniestro, lo sádico y la caricaturización se van desprendiendo para
convertirse en ese personaje. Pero el punto clave no sabría decirte porque son
muchas cosas.
Miguel Pérez- La
separación de capítulos es: la cueva, el bosque, la ciudad, el vergel y el
lago. Con esta estructura buscas identificar cronotopos con los cuales
identificar edades en el crecimiento del personaje.
Mireia Pérez- No,
no hay ninguna intención metafórica. Ni tampoco simbología, eso lo haces tu
cuando lees el tebeo, y lo harás mejor tu, porque son símbolos que están ahí
pertenecen a nuestra sociedad que se repiten, se recurre a ellos y aparecen de
manera inconsciente, pero yo no he hecho ninguna búsqueda simbólica. Por ejemplo:
lo de la lanza. Yo no vi lo del elemento fálico pero en más de un artículo lo
han puesto.
Miguel Pérez- Va a haber continuación ¿no?
Mireia Pérez- Si,
iba a salir ahora a final de año pero este año Sinsentido ya tenía el cupo de
manera que saldrá para el salón del año que viene.
Miguel Pérez-¿Vas
a seguir con la misma premisa?
Mireia Pérez- Ahora
voy a cambiar un poco el punto de vista, voy a enfocarlo más sobre ellos,
aunque ella sigue apareciendo aunque va a estar en un segundo plano porque las
historias se separan. Pero va a ser continuación directa.
Miguel Pérez- Entonces
¿cuantas partes son?
Mireia Pérez- De
momento tres aunque solo tengo claro lo que pasará en la segunda, en la tercera
todavía no sé que va a pasar.
Miguel Pérez- En
lo creativo qué ventajas y desventajas tiene trabajar en publicaciones
semanales como El Estafador o El Jueves.
Mireia Pérez- Yo
tengo un problema grande con las responsabilidades, las entregas, los jefes y
estas cosas, no se me da muy bien trabajar por encargo o no se me da
directamente. Y que me pongan las premisas tampoco me gusta, en El Jueves me pedían que hiciera cosas
sobre la violencia de género de primeras, intente hacerlo pero iba contra
natura. Me salía más hacer autocrítica, lo que hago en internet, y esto ni
siquiera se lo llegue a ofrecer porque me parecía matarlo.
Miguel Pérez- Entonces
que diferencias hay entre desarrollar algo para El Estafador o algo como La
muchacha.
Mireia Pérez- En El Estafador hace tiempo que no público
porque se mecanizo mucho, yo ya no sabía quien era la persona que me escribía
para decirme los temas, no tenía relación con los demás que publicaban allí: ya
no era un fanzine que haces con colegas: era el Estafador. A mi dejó de apetecerme esto y sobre todo me dejo de
apetecer hacerlo gratis. Esas cosas me apetece más publicarlas en mi blog o en
eso que hicimos en verano, Caniculadas,
pero en el momento en que se convierte en algo mecánico pierdo el interés
inmediatamente. Con La Muchacha lo
que pasa es que hay un compromiso, un contrato por medio y unas ganas de contar
una historia. Entonces, si por contar una historia que quiero contar y por
hacer un tebeo me vas a dar un dinero me esfuerzo mucho más, vamos a hacer un
trato, un pacto inamovible, un contrato y a partir de ahí lo que sea. Me parece
mucho más interesante, a pesar de que cobre lo que cobre, porque al final te
pasas trabajando un año y cobras 1.500 €.
Miguel Pérez- Tú
dejas que los personajes adquieran vida propia o lo tienes bien cerrado.
Mireia Pérez- Cuando
empecé La muchacha salvaje no sabía
donde iba, no hay guion, yo dibujo directamente a rotulador. Me hago un esquema
de la página, una escaleta que se va modificando conforme se va dibujando el
tebeo, pero es una escaleta muy básica: un folio. La historia va surgiendo, voy
entintando, apartando, archivando en un cuaderno vuelvo atrás de vez en cuando
para ver si funciona. El opuesto a mi es Juan Berrio, se hace 7 storys
diferentes de distintos tipos, se hace un calendario por página, marcas,
bocetos… Yo ni siquiera tengo bocetos, cuando me los pidieron para la
exposición tuve que remover todo para encontrar algo que enseñar.
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