En el artículo de la semana pasada se
genero un agradable debate con un lector, que aunque comenzó
tratando el tema del género de terror derivó hacia dicho género
realizado en España. La verdad es que está es una de las cosas más
agradables de (intentar) escribir divulgación: obtener respuesta por
parte de los lectores y que eso te motive a aprender y estudiar más,
porque al final solo soy un fan más al que le da por escribir por
este tema, ni más experto ni más inteligente que cualquiera que
pueda leer esta columna. Pues bien, dicha charla me hizo pensar en el
poco espacio dedicado a la producción nacional de cómic de terror,
de momento solo hemos realizado dos acercamientos, al cómic Solo
y a la tira El joven Lovecraft,
sí bien la primera es una obra experimental y la segunda una parodia
cómica. Evidentemente sentí que esto no podía ser así, que debía
dar mucho más espacio a los autores españoles.
Así
que me dirigí a mi tienda de cómic habitual buscando una novedad a
la que le había echado el ojo pero aún no me había comprado, 14
historietas de vampiros, una
antología editada por Diábolo Ediciones y realizada por autores de
su Revista Cthulhu,
una iniciativa que se merece una entrada única lo más pronto
posible. Como su nombre indica, 14 historietas de vampiros
es una antología de cómics cortos sobre la figura del no muerto que
se alimenta de sangre, desde diversas perspectivas y estilos. El tomo
se inicia con un prólogo del teórico Javier Alcazar, con un tono
divulgativo y ameno, que aunque no profundiza demasiado en la figura
del vampiro en el cómic, sirve de excelente punto de partida para
cualquier lector que se quiera introducir en el cómic de terror en
general y en la figura del vampiro, especialmente Drácula, en el
cómic.
Tras
el necesario y agradable prólogo comienzan los cómics de vampiros.
El mayor valor que se le puede encontrar a 14 historietas
de vampiros, por encima de la
notable calidad media de las obras, es su variedad y riqueza, ya que
se trata el arquetipo vampírico desde diversas perspectivas, no
centrándose en una tendencia única. Es de agradecer esta opción,
que posiblemente responda a las diferentes inquietudes de cada
creador, ya que se crea un fresco complejo donde se estudian los
límites y lugares comunes del vampiro, una figura mucho más
diversificada que el estereotipo de Drácula impuesto por las
productoras cinematográficas Universal y Hammer: un señor clásico
de mediana edad con levita.
Pero
para mayor goce nuestro, 14 historietas de vampiros
no nos presenta diversos tipos de vampiros, sino que varia entre
diversos tonos que dan más color a la recopilación, así aunque el
tono general sea un horror clásico, nos encontramos matices en
diversas historias que varían desde el humorístico hasta el erótico
pasando por la acción pura o incluso el costumbrismo. En resumen, 14
historietas de vampiros es una
auténtica gozada, y no solo lo digo porque tengo una manifiesta
debilidad por las antologías de historias cortas, sino porque la
calidad de las historias es innegable y demuestran que existen
autores más que validos para tratar el género de horror en nuestro
país. Ahora solo queda esperar que esta antología sea la primera de
muchas y que los autores españoles puedan publicar sus historias de
terror sin tener que recurrir a huir más allá de nuestras
fronteras.
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