Entrevistamos
a Mireia Pérez el sábado 4 de mayo a media tarde. La autora de La muchacha salvaje nos otorga una larga
entrevista que publicaremos en cuatro partes.
Miguel Pérez-
Vamos a empezar hablando de tus dos últimos años. Ganas el premio del Injuve,
ganas el Sinsentido ¿sientes presión hacia tu trabajo?
Mireia Pérez- Es
que mi trabajo antes no existía, yo llevo haciendo cómic dos años. Estuve en Angouleme
hice algún comic de dos páginas, pero de repente me vengo a vivir a Madrid y
empiezo a publicar en El Estafador y gracias
a esto entro en El Jueves, antes de
eso fue Injuve y luego Sinsentido. Para mi esto supone un shock porque de ser
una super escéptica con el tema del autor, los tebeos, etc. De repente me toca
la lotería, son un par de años en los que empiezo a vivir de los tebeos sin
haberlo pretendido anteriormente, es una locura. Ahora ya me he dado cuenta de
que eso ya está, y ya ha pasado…
Miguel Pérez- Claro,
que ayer si te dan el premio del Ficomic, a que aspiras luego…
Mireia Pérez- Me
habréis visto colgarme de una ventana del Hotel Catalonia (risas)…. Y ya está.
De hecho es lógico, tú imagínate que me dan el premio, yo habría sospechado
algo estaría mal en el sistema. Porque es mi primera obra, porque yo antes no
había hecho cómic, por lo que sea. Yo la verdad es que estoy asustada, he
entrado por la puerta grande, pero ahora no se lo que hay, estoy en el extraño
mas absoluto. Porque un tebeo te da para comer un mes, no da para más, el
dinero que sacas de publicar un libro es de risa comparado con el esfuerzo que
tiene.
Miguel Pérez- Creo
que cuando ganaste el Injuve no habías publicado en papel.
Mireia Pérez- Si
que había publicado en Mortland
(Ultrarradio), porque iba en el dossier del Injuve.
Miguel Pérez- Te
voy a hacer una afirmación, esto se lo estoy preguntando a todos los autores, y
tú me dices que piensas. La publicación en papel es el fin último del autor y
la web solo sirve para promocionar.
Mireia Pérez- Yo
creo que no, lo que pasa es que todavía es que publicar en web no te da
credibilidad de cara al gran público, no de nosotros que leemos un comic en
internet y nos mola mogollón y nos parece la hostia, pero la gente de la calle lo
va a ver de otra manera. Pero yo creo que la obra es la obra da igual en el
formato en el que la hagas, también hay autores y autores, pero en mi caso es
la obra, hacer una obra que me guste, una obra de arte, un tebeo que tenga
coherencia y que me guste independientemente del formato.
Miguel Pérez- Entonces
tú tras ganar los premios te mueves a Madrid ¿no?
Mireia Pérez- Yo
me voy a Madrid de Séneca con una beca para estudiar bellas artes. En Madrid
mis dos amigos son Manuel Bartual y Borja Crespo, y enseguida conozco a Puño,
eran el trio lalala, y esos eran mis amigos, y lo siguen siendo. Asi que claro,
imagínate: “mírate este tebeo, mira esto…”. Yo llevo 10 años yendo a Madrid para
ver a Manuel y yo no salía de su casa, él se iba hacer sus cosas y yo me leía sus tebeos, y me
ponía pilas de tebeos y me decía. “léete esto…”, de ahí viene todo de estos
tres. Un día estoy en casa y me llega un correo de Juanjo Sáez: “oye no me
conoces pero tenemos esto que es El
Estafador, te apetece hacer algo” y yo: “vale”, hasta entonces no me di
cuenta de que podía hacer humor gráfico, en el colegio hice algún chiste para
mis amigos pero ya está.
Miguel Pérez- Hay
toda una hornada de autores que provenís de bellas artes, en tu caso me has
dicho que llegas a esto por amistades, como ves que un arte que esta denostado
por la academia tenga tanto predicamento entre la gente de vuestra disciplina.
Mireia Pérez- Igual
es un poco por eso que cuando estudias algo acabas saliendo impuro. Yo vengo de
la pintura, la escultura y el video y simplemente utilizo el cómic como una
herramienta más que he descubierto nueva y resulta que me está funcionando
mejor que las otras para hacer lo que quiero, que es contar historias. Creo que
hubiera dado igual haber estudiado bellas artes o cualquier otra cosa para
dedicarte a esto, pero el enfoque que le vas a dar a tu trabajo y a la obra es
distinto, porque tienes una educación de artista y te han enseñado que el arte
es una cosa y que funciona así, ya que la formación que tienes tiene que ver
con la experiencia artística entonces, siempre lo vas a interpretar de otra
forma.
Miguel Pérez- Creo
que podemos dividir tu trabajo en dos grandes bloques: por un lado, lo que
publicas en web que es de carácter más personal que tiene un carácter más
autobiográfico o así lo parece, y por otro lado, lo fantástico capitalizado por
la Muchacha Salvaje y Monstruo y Monstrua. Pero hay una línea que recorre tu
trabajo que podríamos definir como comic
femenino, comic feminista o cómic para mujeres.
Mireia Pérez- La
tesis inicial de La muchacha salvaje
es feminista, toda la historia gira en torno a un discurso feminista, que es mi
discurso. Pero el resultado es un tebeo de aventuras que no tiene más, lo que
pasa es lo que hay. El trasfondo es feminista porque mi discurso como persona
va por ahí.
Miguel Pérez- Como
dices se trata de un subtexto que está presente, pero lo que es más importante
es la reivindicación de la mujer a través de su cuerpo. La muchacha salvaje no
se quiere casar, cuando tiene relaciones sexuales toma ella la iniciativa, de
ahí saltamos a alguna de las viñetas que publicas en la web, en las que hablas de
tu cuerpo sin reparos. Es decir un feminismo enraizado en la reivindicación del
cuerpo no como algo impuesto en el que la mujer se define a partir de si misma
y no en comparación con el hombre.
Mireia Pérez- En
ese sentido yo lo que hago es una reflexión de mi misma como individuo, siempre
humorística porque es así como uno reflexiona porque siempre hay que reírse de
uno mismo, y parece que hay un discurso feminista pero creo que hay menos ahí que en La muchacha. Porque yo lo que
hago ahí es contar mi experiencia real, viene después del feminismo,
probablemente si yo no conociera otras cosas, que si que eran feministas, no me
habría acercado a este tipo de experiencia y soltarme, que al fin y al cabo es
llamar la atención o es exponerse a uno mismo para hacer la reflexión a partir
de ahí. Sin embargo, en la obra fantástica si que hay una reflexión más
profunda y si que hay más intención, lo otro es soltarse.
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