Ya han pasado 20 años desde que en 1992 apareciese en
nuestras librerías una obra imprescindible para entender el cómic de la década
de los noventa, redefinió el concepto de lo underground y que puso en escena a
uno de los autores más importantes de nuestro cómic. Estamos hablando de Psychopathia
Sexualis y Miguel Ángel Martín. Volviendo a 2012, ese autor que revolucionó
el panorama del cómic nacional reaparece con Motor Lab Monqi. Retrato de Brian the Brain como adolescente (Rey
Lear, 2012) un trabajo que sigue recogiendo todas aquellas influencias, como el
porno y la música industrial entre ellas, que hacen de la obra de este autor
sea tan particular e interesante.
Motor Lab Monqi
supone no solo la vuelta de Brian, uno de los personajes más queridos de este
autor, y sino también la aparición de un título inédito Miguel Ángel Martín tras
años de dejar el cómic un poco de lado en el que tan
solo había hecho capítulos sueltos para las recopilaciones de algunos de sus
trabajos. Este retorno no es espectacular ni estruendosa tal y como sucedía
hace más de una década cada vez que este autor presentaba una obra, tampoco
esta llena de polémica, como también solía pasar; ni es explicita como solían
ser, pero es sin duda una de las obras mas interesantes de Martín. En estos
casos se suele decir que es la obra más madura del autor. Sin embargo, en mi opinión,
se trata de la más reflexiva de toda producción, dicho carácter se pone de
manifiesto, por un lado, en la constatación por parte del protagonista de que
el único “amigo” que podrá tener a lo largo de su vida es y será Monqi el simio
que es utilizado como conejillo de indias en Biolab. Por otro lado tenemos a Brian
un personaje que hemos visto nacer desarrollarse e intentar encajar con el
mundo de una manera, tener amigos y vida social. Y por otro tenemos las
temáticas parafilias, música, y las relaciones humanas en cualquier grado de
compenetración.
No obstante la virtud del trabajo de Miguel Ángel Martín
reside en el valor de crónica social de este, siendo junto con Mauro Entrialgo
los dos mejores cronistas de nuestra generación tanto por su capacidad para
plasmar el entorno social, político y económico como por la forma de llegar al
público. El valor de la crónica en Martín explota de manera evidente en Surfing on the third wave, Bitch y en el primer Brian the Brain, y lo retoma en esta
última obra en la que nos deja entrever un carácter mucho más intimista de lo
que habíamos visto hasta ahora mostrándonos a un Brian desahuciado, quizás no
en lo físico pero si en lo emocional, resignado a estar solo y a la imposibilidad
de vivir en un plano físico. Por otro lado en esta obra Martín se muestra como
un narrador implacable e impecable con un estilo más que consolidad pero
evolucionado a través del cual se aleja de ese trazo frio que ha caracterizado
gran parte de su obra y que aquí se descubre como un elemento más de la
narración que nos ayuda a conocer a Brian más de cerca.
Motor Lab Monqi, es posiblemente una de las obras del autor que
más dudas y certezas plantea, tanto por la apertura del relato de un personaje
del que parecía que habíamos visto todo como por la confirmación de un estilo
que aun siendo fiel a sus principios ha ido evolucionando de una manera muy
consolidad. Se trata de un trabajo altamente recomendable tanto para los seguidores
de la obra de este autor como para los que no lo han leído nunca, sobre todo
para estos últimos, ambos encontrar un universo rico, fascinante aunque
desasosegante en el que ese futuro de pasado mañana esta más cerca de lo que
pensamos. Y nos deja con una gran duda ¿seguirán apareciendo historias de las diferentes
edades de Brian?¿Seguirá Martín publicando de manera tan espaciada?... supongo
que se podrán lanzar más dudas al aire aunque hay algo de lo que no dudo: Motor Lab Monqi es, en lo que llevamos
de año, uno de los candidatos al mejor cómic del año.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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