Si el año pasado la cosa no funcionó, este año no iba
ser diferente. Si en el curso anterior, si no recuerdo mal de lo que más se habló
fue de la comida a base de jabalí, este año se ha visto todo reducido a unas charlas,
firmas (en un evento sin zona comercial), una exposiciones, algunas interesantes
y otras no tanto. Por olvidarse, han dejado de lado a los fanzines, que a pesar
de que el año pasado eran pocos y estaban dispuestos como unos reos que van a ser
ejecutados por un pelotón de fusilamiento, este año la no presencia de fanzines
es imperdonable y más cuando uno de los fanzines más relevantes del último lustro:
Adobo; es sevillano, a eso hay que sumarle que este año han ganado el premio al
mejor fanzine del Salón del Cómic de Barcelona, y como mínimo creo que se merecían
un final de fiesta, una despedida en condiciones como publicación, léase una
exposición.
Vistos los antecedentes no es de extrañar que cada cierto
tiempo nos encontramos con un evento de este tipo en el que se intenta mostrar una
visión sesgada y fronteriza de la idea de novela gráfica. El plato fuerte de este
año giraba en torno a un concepto que definía claramente cómo se iba a abordar el
tema: Novelas Gráficas vs. Tebeos (tanto
en una de las exposiciones como en una de las mesas). Como lector de comics habitual
que eventualmente escribe sobre comics no sabía que ambos conceptos tenían que estar
enfrentados, no tenia el conocimiento de que se tratara de un derbi deportivo
en el que solo podía quedar uno. Entiendo que a medida que uno crece los gustos
cambian y evolucionan sin más, de hecho no crecer como lector es contraproducente
contra cualquier tipo de expresión artística y su evolución. Pues bien me dirigí
hacia esa mesa, Tebeos vs novela gráfica
en la que tan solo esperaba escuchar opiniones en torno al concepto, la idea o el
desarrollo histórico de la terminología, pero a veces uno se olvida de ese sesgo
ideológico que gobierna este (des)encuentro.
Pero vista la experiencia del año anterior sabía muy
bien a donde iba, aunque no esperaba encontrarme lo que me encontré. En dicha mesa estaban
Antonio Martín, Manuel Barrero, El Torres y moderando el director del evento
Paco Cerrejón. Por lo que es evidente que la mesa redonda no iba a ser tal, tan
solo hay que imaginarse una mesa sobre la tauromaquia en el que solo participan
toreros. La idea que articuló el “debate” era simple son los mismos
autores-críticos los mayores interesados en aupar ese concepto de novela
gráfica, según se decía en ese proceso se estaban descanonizando los cómics clásicos
con la idea de crear un nuevo canon subjetivo en el que lo clásicos, lo
patrio, lo infantil, lo popular, era completamente olvidado por un interés propio.
Para contrarrestar esa idea de novela gráfica se argumentó que El arte de volar y cualquier álbum de Ibáñez
era el mismo producto cultural, nada más alejado de la realidad, creo que es
evidente, que sin faltar al respeto del creador de Mortadelo y Filemón, no son el
mismo producto cultural que El arte de
volar, es más en la actualidad no es ni el mismo público, ni siquiera con
los mismos público.
Pues bien no todo iba a ser malo, o al menos no
tanto, El Torres se encargó de defender una oposición contraria a la dominante,
pero de manera más bien tenue y más por cumplir un rol que por convicción. Pero
en esa lucha de la demonización de la novela gráfica se argumentó, a parte de
la descanonización de los clásicos, que había una segregación de públicos en la
que se estaba dejando de lado a un público infantil en pos de un lector adulto.
Y me pregunto yo ¿no será que a los niños de hoy les interesa más un videojuego
que un cómic? ¿Leeríamos nosotros cómics? Yo creo que no, las opciones de ocio
para los jóvenes son mucho más amplias y precisamente no peores. Pero hay otro
aspecto que me tiene intrigado despatrimonialización del cómic patrio, y me
vuelvo a pregunto ¿no se están editando más comics de autores españoles que
hace 10-20 años? ¿Cuántas editoriales españolas hay ahora? Creo que por cifras
y calidad el estándar actual de calidad actual no nos podemos quejar. Acaso ¿cargar
contra la novela gráfica, el concepto y los títulos que aparecen bajo esa categoría
no es despatrimonializar el cómic español? Lo dicho nada queda más clara que
una posición que busca demonizar al otro a través de aseveraciones parciales,
eventos sesgados y mesas poco plurales, en las que hasta el moderador toma
parte a la hora de “moderar”.
Creo que no hay necesidad de ese tipo de mesas, y si
se me apura ni de ese tipo de eventos que lastran y dañan la imagen del medio a
través de la carnaza, el morbo y el ataque directo a personas muy concretas.
Algunos estamos hartos de oír la palabra gurú para referirse a una persona en
concreto y, de que todo se limite a un versus. En Sevilla necesitamos otro
evento con aires nuevos con las puertas abiertas a todo el mundo y a todas las
opiniones.
Resumiendo: Sevilla tiene un color especial, pero necesita otro evento dedicado al cómic.
Más opiniones sobre los Encuentros del Cómic de Sevilla en Aburrimiento Vital.
@Mr_Miquelpg
Resumiendo: Sevilla tiene un color especial, pero necesita otro evento dedicado al cómic.
Más opiniones sobre los Encuentros del Cómic de Sevilla en Aburrimiento Vital.
@Mr_Miquelpg
Te has superado a ti mismo.
ResponderEliminarGran post
Veo esto ahora y ya no espero que nadie conteste, pero verdaderamente quería expresar mi opinión. Yo estuve en esas jornadas y, cierto es, tenían sus carencias, y posiblemente como bien has dicho no se presentase una postura contraria muy fuerte a lo que tú llamas "demonización" de la novela gráfica, a excepción de El Torres, que es bien cierto que fue cediendo terreno en su argumentación. Sin embargo, es que veo difícilmente defendible el hecho de que la novela gráfica sea algo diferente a lo que llamamos tebeo, ya que no hay una clara línea divisoria. ¿La diferencia de público determina qué clase de producto que se tiene? ¿Es un producto cultural diferente una película infantil que una película para público adulto? ¿Un cuento y un best-seller son diferentes medios? Puestos ya, ¿es un producto cultural diferente una obra de fantasía que otra costumbrista? Llevando esto al extremo, ¿no hablaríamos de infinitos productos culturales en tal caso, ya que cada historia es diferente? El Torres fue cediendo terreno debido a que, aparte de que es cierto que estaba en inferioridad numérica, las definiciones que daba de "novela gráfica" de acuerdo a una serie de características eran fácilmente derrumbadas por los demás.
ResponderEliminarY bueno, entrando en lo de "demonización". Yo no creo que se demonizase lo que se llama "novela gráfica". Y mucho menos que se cargase, como dices ahí arriba, contra los que publican bajo la etiqueta "novela gráfica". Para mí simplemente se señaló que el término de novela gráfica es una invención realizada para ensalzar un medio como el del cómic, si quieres, tebeo, para un público generalista que no acostumbra a su consumo. Ya desde mi opinión, es una etiqueta dada por editores con la intención de vender más aprovechando este complejo que tienen los propios lectores que buscan justificar el hecho de que lean historias con dibujitos en viñetas poniéndole un nombre más ilustre. Y que conste que no trato de atacar a nadie con esto.
Por otra parte, incluso creo recordar que entre la mesa fue bastante aceptado el término de "novela gráfica" que propuso Eddie Campbell, más centrado en señalar que se trataba de una generación de artistas de cómic con unas características comunes que auparon al medio hacia su edad adulta que en el hecho de que fuesen un compartimento estanco aparte del resto de cómics.
Y que la mesa redonda se llamase "tebeo vs. novela gráfica" se hacía para oponer las dos tendencias: la de la "novela gráfica" que cada vez está más en auge y la del tebeo clásico, especialmente el español dedicado a un público infantil y juvenil, que cada vez está más de capa caída (aunque no es que el conjunto de la industria esté para echar cohetes). No es que se propusiese desde la mesa la extinción de la "novela gráfica" en favor de una nueva era de cómic infantil. Como ya he dicho, como mucho se señaló lo absurdo del término "novela gráfica", cosa que, francamente, comparto. Y seguiré disfrutando de "El arte de volar" pese a todo. Sólo nunca lo llamaré "novela gráfica".
(Google no me dejaba publicar todo seguido)
ResponderEliminarRespecto al cómic infantil y juvenil en España... sí, no vive los tiempos de esplendor de antaño y quizá se debiese impulsar más, sin que ello de ninguna forma repercuta en que se siga publicando un cómic adulto. Yo tampoco creo que deban ser cosas opuestas. En referencia al motivo por el que los niños de ahora no leen tanto cómic... eso es opinable, y obviamente lo que dices influye. También en que no lean en general, por supuesto. Si bien es cierto que hablé con Rafael Jiménez Sánchez ese mismo día sobre el tema y me dijo que la reclusión de los cómics en librerías especializadas, lugares a los que un niño no suele acercarse, favorecían este abandono del género. En fin, imagino que existe una confluencia de factores.
En resumen, creo que este evento tuvo sus fallos y muchas cosas a mejorar, aunque tampoco creo que tuviese la pretensión de ser un evento convencional. Sin entrar a valorar esto, me parece que has exagerado muchas posturas que se dieron allí y has mostrado el evento como totalmente manipulado, cuando yo no creo que fuese así.
Seré breve:
ResponderEliminar1) En Intereconomía hay debates más plurales que en la mesa redonda de "tebeo vs. novela gráfica". Sacar conclusiones de ese despropósito es un error. Allá cada uno.
2) La novela gráfica es un término para designar un formato, al igual que que podemos hablar de "grapa", "prestigios" y demás. Estos tipos polemizan de la nada para atizarle a gente como Santiago García. Mucha malababa y poco que aportar al debate.
3) El Encuentro del Cómic de Sevilla es una carencia en sí mismo.
Buenas noches.
Vale, yo también seré breve:
ResponderEliminar1)Ya reconocí que no había mucha pluralidad, y bien cierto es que es negativo.
2)¿Sí? Vaya. ¿Cómo es ese formato? Y repito, no atizaron a nadie. Nombraron algunos autores de novela gráfica y recalcaron su respeto a su obra. Sólo no estaban de acuerdo con esa denominación de "novela gráfica" como algo diferente a un normal "cómic" o "tebeo".
3)A mí no me pareció tan mal como una propuesta híbrida entre un evento cultural literario cualquiera pero centrado en cómics y un salón al uso. Quizá se quedaba demasiado en ese territorio de en medio y por eso se le pueden achacar carencias por ambos lados, pero en fin, yo tampoco defiendo el total del Encuentro y creo que tiene que mejorar (como también dije ahí arriba).