La
semana pasada me centraba en el estreno de Thor:
El mundo oscuro (2013) y aunque esta sección está destinada a tratar las
adaptaciones del cómic a la gran pantalla, creo que puede resultar interesante
hacer una valoración del producto intermedio que ha lanzado Marvel con la serie
Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D y
concretamente con el episodio The Well,
ya que se centra en la reconstrucción de uno de los artilugios provenientes del
mundo asgardiano, además de limpiar los desastres que Thor había dejado en
Londres tras la última entrega cinematográfica, y nota aparte se le suma la
localización de Sevilla como parte del entramado del episodio.
Claramente
la función de este episodio es comercial, llevar a las salas de cine a aquellos que aún no
hayan visto aún Thor: El mundo oscuro, a
la par que reconducir a los que sí la han visto a continuar con una serie que,
desde un principio, había levantado más ampollas entre los fans que las propias
adaptaciones cinematográficas de Marvel.
Por
una parte, la interconexión de la serie con las películas deja abierto un mundo
de posibilidades en lo referente al mercado, de sobra es conocido que el
universo de los superhéroes está en continua evolución, y más en los últimos
años con las adaptaciones a nuevas plataformas culturales, las tramas se
entrelazan, se complican, pero siempre hay una esencia a la que se vuelve para
que el público, no tan fan, no se pierda entre la amalgama de números y números
de cómics. De alguna forma se intenta que el producto audiovisual llegue al
mayor número de personas posibles de tal forma que el mercado y el
merchandising no cese en su intento por explotar el bolsillo de los más fieles
y de las nuevas generaciones, menos propensas a comprar y a leer un sinfín de
números de cómics.
Asimismo,
la firma de Joss Whedon en el proyecto es un reclamo para los que siempre lo
han seguido e incluso para los que ven en Los
Vengadores una de las mejores películas del universo Marvel de los últimos
tiempos. Aunque desde el piloto de la serie no son pocos los palos que le han
dado a su trabajo, pese a que ahora hay una tendencia de cambio entre los que
se han mantenido fieles a la misma, y es que es difícil no ver en el equipo a
personajes como Nick Furia, Quatermain, la Condesa De Fontaine, Sharon Carter, etc.
Pero por otro lado, y comparando la serie con las películas, mientras que en el
cine queremos ver mucha más acción y que los superhéroes hagan y deshagan a su
antojo, de ahí que sean superproducciones, en la pequeña pantalla el guión y el
complemento de información resultan ser la clave para unir ambos productos,
claramente no es viable económicamente escenas demasiados complejas para la
televisión y por ese motivo se centran en explicar y discernir sobre otros
asuntos que enriquecen el universo del cómic, es por eso que la unión de ambos
pueda resultar interesante, sobre todo teniendo en cuenta que las nuevas
generaciones son devoradoras de productos, mayoritariamente, audiovisuales y
esto Marvel lo sabe y está explotando las tramas de sus héroes en un nuevo
formato, en detrimento de los megafans lectores que ven en todo esto un
sacrilegio a las series de cómics que durante años han estado leyendo y
almacenando en el recuerdo, pero la industria es la que decide, así que: amigos,
no merece la pena volverse loco sobre la cronología, los personajes o las
conexiones, sino darse cuenta de que los jóvenes siguen consumiendo el mismo
producto aunque de una forma totalmente diferente.
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