El Hematocrítico del
Arte
(Caramba, 2012), Ultraviolencia (Blackie
Books, 2011), Ser Madre Hoy (Blackie
Books, 2012) ambas de Miguel Noguera, Humor
Cristiano (Caramba, 2012) de Alberto González y la revista Mongolia son los mejores representantes
de lo que podemos denominar como No-cómic.
¿Por qué no-comic? Básicamente porque aunque en esencia
estamos hablando del mismo tipo de arte, sin embargo, tanto la intención como
la forma son completamente diferentes aunque enraizadas en publicaciones
nacionales como La Codorniz. En las
que los textos tanto los ilustrados como los que no lo están gozan de la misma
importancia sin ningún tipo de jerarquía. Se trata de obras en las que la
unidad de la misma es conceptual dotando de cuerpo y uniformidad a las obras en
cuestión. Y en algunos casos la importancia del texto es vital para entender
esto como no-cómic.
Un ejemplo de esto es El
Hematocrítico del Arte en el que la ilustración, en este caso ajena al
autor, son obras pictóricas clásicas en las que el texto es el que ancla el
sentido total del título. Esta obra trata de reconstruir el sentido del texto
original rescribiendo su sentido iconográfico a través de un sencillo pie de
página.
Otro caso es el de las dos obras de Miguel Noguera, que
son una traslación de su show en vivo Ultrashow al papel. Noguera plasma ideas
peregrinas acompañadas en su mayoría de ilustraciones, y aunque importantes,
estas son en ocasiones de carácter marginal excepto aquellas en las que la
imagen es el leit motiv del texto. En los textos de Noguera la narrativa es
nula o casi nula, cada página es una idea que no tiene nada que ver con la página
siguiente o anterior.
Sin embargo, el que mejor define el concepto de no-comic
es Alberto González con su Humor Cristiano,
una colección de viñetas, fotografías, textos e ilustraciones. Este autor busca
a través de la anarratividad y la descontextualización para crear una obra en
que la provocación es el leit motiv de la misma.
El caso de Mongolia es un pelín diferente, ya que se
trata de una revista de publicación mensual que ha adoptado la forma de periodo
en el que Dario Adanti y compañía dan más importancia al texto pero en el que
el cómic y la ilustración tienen su espacio fijo, y a pesar de eso, estos van
acarro del texto.
Se trata, en todos los ejemplos citados, de una forma
diferente de abordar el cómic o mejor dicho, de utilizar la forma de este para
recontextualizar la idea de cómic y una nueva forma de entenderlo que
casualmente esta producido por autores que nada o poco, a excepción de Mongolia, tienen que ver con el noveno
arte. Lo cual es evidentemente una buena noticia por lo enriquecedor que todo
esto supone para el panorama autorial.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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