El número 117 del TMEO marca el 25 aniversario de la que
posiblemente sea la revista más irreverente del panorama nacional. TMEO es una publicación
que nace en 1987 alejada de lo que fue el underground nacional e inmersa en lo
que denominamos como post-underground, desmarcándose de esas corrientes de revitalización
del underground nacional para crearse un
camino propio que siguen labrándose tras un cuarto de siglo y que los permite
sobrevivir con una personalidad única dentro del panorama nacional.
El número con el que se celebra los 25 años es un resumen
perfecto de lo que es, ha sido y será, esperemos que como mínimo otros 25 años,
una revista que tiene unas pautas muy claras de lo que debe ser una publicación
molesta con tanto con los poderes públicos como con la sociedad bien pensante. Podemos
resumir esto en los siguientes puntos:
1.- Frente al tsunami de la corrección política y el
respeto a los valores más conservadores, los autores del TMEO han hecho de lo políticamente
incorrecto su bandera dejando de lado, o mejor dicho atacando a todo el mundo
por igual.
2.- Hacer gala de un no-partidismo alejado de cualquier
sigla política que les permite criticar a cualquier partido independientemente estén
en el gobierno o en la oposición desde la más completa incorrección y tratando
a los políticos como se merecen.
3.- Contar entre sus páginas desde autores que se han ido
consagrando como Mauro Entrialgo, algunos que marcaron época y lo dejaron como
Álvarez Rabo, y otros que en la actualidad hacen de esta revista algo
inconfundible que te deja con buen sabor de boca, por decir algo, como: Ata,
Furillo o Piñata, entre otros. Estos son la verdadera esencia de la revista que
a pesar de la constante renovación de autores ha ido conservando el espíritu de
la misma.
4.- Porque si no existiese el TMEO tendría que
inventarse, porque son ellos los que animan el cotarro del panorama editorial
nacional de una manera inconfundible sin haberse adocenado como otras
publicaciones, por ejemplo, El Jueves,
que ha pasado de la sátira política ha ser una revista de humor más, perdiendo
los valores que la hicieron lo que es a día de hoy.
5.- y por último, por publicar portadas que son en su
mayoría dignas de ser secuestradas, lo digo como halago, por la mala leche
contenida en ellas.
TMEO ha llegado hasta nuestros días en gran parte por su
popularidad en el País Vasco y en menor medida por la distribución en librerías
especializadas en el resto del Estado. Esta ha sobrevivido a la llegada de
internet y a las publicaciones gratuitas con una forma de entender el cómic muy
clara y que por lo que parece duradera, así que: ¡ Larga vida al temeismo y los temeistas!
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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