A pesar de la situación económica estos últimos dos años
se han caracterizado por la aparición de pequeñas editoriales focalizadas en el
mundo del tebeo que se caracterizan por buscar un segmento de público muy
especializado y que podríamos denominar de alto perfil, entre estas están:
¡Caramba!, Entrecomics Comics, Autsider Cómics y Ultrarradio.
En esa especialización esta la clave de la Colección
Fotocop de Ultrarradio consistente en una serie de títulos que al igual que los
antiguos fanzines no dejan de ser un puñado de fotocopias grapadas. Pero ahí se
acaba toda similitud con las publicaciones amateur, esta colección de Ultrarradio
utiliza este formato para hacer monográficos centrados en autores ya sea con
pequeñas historias o ejemplares monotemáticos con unas tiradas de unos 50
ejemplares por tirada. Esto hace de esta colección una de las más exclusivas,
ya que no son tiradas de miles de números ni tan solo de cientos, creando un
producto destinado a un público que busca ir un poco más allá en cuanto al
cómic, a eso hay que sumarle que algunos de los títulos van acompañados de una serigrafía,
lo cual hace de esta colección algo sencillamente delicioso.
Dentro de esta podemos encontrar títulos como Acebedario y diccionorio ilastrudo de
Pieruz, una pequeña obra de artesanía anarrativa en la cual la base del “argumento”
es la ilustración y el desmontaje de palabras reconfigurándolas de manera que
surge de manera maravillosa un significado oculto en la raíz de las mismas. En esa misma línea está Treinta Picas y un as de Belen Cañizares un trabajo que redunda en
la composición de la palabra y la ilustración para crear un diccionario de
fagias que bordea el estudio de lo semiótico.
En Esgrimitas y
unas zapatillas nuevas de Carla Berrocal, obra que en principio parece el
cuaderno de bocetos de la autora en el que se elabora un pequeño discurso en el
que cada esgrimista ensarta con su florete la página anterior o posterior, en
el que toda la centralidad de la obra esta orientada a mostrar la belleza de
movimientos de este deporte.
Ya en una de las primeras obras de esta colección Algunos dibujos, una carta y una foto de un
perro de Puño aparece ya la idea de mostrar el trabajo de los autores de
otra manera, en este caso se trata de una aproximar al universo de lo cotidiano
a ese mundo que hay dentro de nuestro día a día y que no siempre nos atrevemos
a mirar: perros atados a farolas, mendigos, cartas. Este cuaderno funciona a
modo de found footage aleatoria que
pasa ante nuestros ojos.
Western de
Leandro Alzate puede ser entendida como una obra narrativa aunque no en un sentido estricto. Ya que lo
único que hacemos es seguir un rio y el mundo que se crea a su alrededor, el
autor utiliza la técnica cinematográfica del travelling lateral para mostrarnos
todos los tópicos con una línea sencilla.
Otro de los autores que profundiza en la vertiente
narrativa es Javier Monsalvett con el díptico Habitación con máscaras / Delicias de humanidad. El primero de los
títulos es un ejercicio narrativo en el
que el autor juega con el espacio y la viñeta en una historia silente y con un
tratamiento gráfico inmejorable que acentúa la importancia de la simbiosis
entre producto y obra. Delicias de
humanidad es una historia a modo de novela ilustrada sobre el pasado,
presente y futuro de la investigación genética.
Esto es solo una pequeña parte de lo que ofrece esta
colección que no para de crecer poco a poco y que esta dando muchas alegrías al
panorama nacional. Yo la recomiendo sin ningún tipo de dudas, pero eso si se
trata de un bocado no apto para todo tipo de lectores, sino para aquellos que
quieren llegar un poquito más allá en el cómic como experimento.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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