domingo, 27 de octubre de 2013

MOVIES' RECKONING #2: #TheAmazingSpiderman2

THE AMAZING UNNECESSARY REBOOT
El nuevo Spider-Man y su próxima secuela





Las andanzas del hombre araña narradas por Sam Raimi en su trilogía fílmica jamás convencieron del todo a servidor, aunque la verdad sea dicha: las dos primeras entregas cumplen en gran parte los requisitos de una película de superhéroes aceptable. La tercera, sin embargo, resultó ser un dilatadísimo "drama romántico" bastante cutre en muchos aspectos (como algunas líneas de guión pronunciadas por Venom o la escena donde Peter Parker baila malvadamente por las calles de Nueva York), pero esto no está en el orden del día. El verdadero asunto a tratar es The Amazing Spider-Man, reinicio dirigido por el señor Marc Webb.

Cuando supe que iban a realizar el reboot en serio no le di demasiada importancia, a pesar de que no veía a Andrew Garfield metido en el traje del arácnido superhéroe marvelita. Respecto a este tema tan solo pensé una palabra que hasta hoy ha seguido en mi mente: innecesario. He de decir que cuando vi el trailer me quedé de piedra. Me esperaba mucho menos. Pintaba bien, así que me permití el lujo de albergar ciertas esperanzas hacia el reinicio de Webb. Meses después la estrenaron. Un sector de la opinión se deshacía en elogios hacia el reinicio, mientras que otro echaba bilis al más ligero atisbo de oír que el Spider-Man de Webb y Garfield era mejor que el de Raimi y Tobey Maguire. La diferencia de opiniones respecto a una película concreta desarrolla en mí unas ganas terribles de visionarla para averiguar la verdad, así que pasados unos meses la vi en DVD-Rip de forma no muy legal. Sufrí una decepción bastante notable, y el adjetivo innecesario volvió instantáneamente a mi cabeza.

No estoy diciendo que The Amazing Spider-Man sea una peli de superhéroes de la deleznable talla de Daredevil o Batman y Robin. Lo que pasa es que, partiendo de ser un reinicio de un personaje del que ya se ha terminado una trilogía hace menos de una década, es muy, muy mediocre (¿por qué me sorprende?). Las películas de Raimi (sí, incluso la tercera) tenían cierta profundidad y personajes que más o menos evolucionaban a medida que la trama avanzaba. La profundidad de The Amazing Spider-Man es equiparable a la de una hoja de papel. Solo hay que fijarse en los personajes y en su mediocre construcción para reparar en ello.

En primer lugar, Peter Parker no parece el empollón poco atractivo en muchos sentidos que aparece en las viñetas del cómic y en su primer debut cinematográfico. Me dio la sensación de que el atractivo Andrew Garfield era marginado por sus iguales por el mero hecho de llevar gafas (¡si hasta monta en skate por los pasillos!). Luego tenemos a Gwen Stacy, que a pesar de que (como es habitual) Emma Stone nos ofrezca una genial interpretación, su personaje no convence. Oscila entre la madurez y la inteligencia a una estupidez sin igual. El tío Ben ya no es el venerable anciano que nos robó el corazón en la primera película. Pretende ser el tío Ben sin ser el tío Ben del 2002, que mantenía toda la esencia del personaje; por lo que se convierte en una especie de contradicción. Solo hay que ver que se pasa media hora para decir en otras palabras que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y el villano, Kurt Connors/El Lagarto, deja mucho que desear, aunque al menos (a mi parecer) no es peor que el Eddie Brock/Venom de Raimi.

Visto esto no voy a enrollarme explicando los motivos por los que la trama de este filme es simplona, mediocre y previsible. Los únicos puntos en los que estoy a favor son el mismo Spider-Man, que en las escenas de acción es visualmente más atractivo y fiel; y el genial cameo de Stan Lee. ¿Qué tenemos? Una película más bien mediocre, cuyo guión tiene más agujeros que un queso gruyere y que ha recaudado mucho dinero (unos 751.657.162 dólares, que no es precisamente calderilla) No logra convencer al público que no era fan del Spider-Man de Raimi ni es lo suficientemente buena como para considerarse necesaria o útil (como sería por ejemplo la resurrección de Batman a partir de Batman Begins).

Y ahora viene la guinda del pastel. Vista la recaudación, Sony Pictures empezó a frotarse las manos y a planear secuelas del nuevo hombre araña. En 2014 veremos en nuestros cines The Amazing Spider-Man 2, hecho que hace que me plantee la siguiente cuestión: ¿qué hay de nuevo que nos puedan enseñar? Pues por lo visto un Electro interpretado por Jaime Foxx (al que ya llaman Django Electrocutado) y un Rhino al que dará vida el genial Paul Giamatti. Eso sí, su traje de rinoceronte será una armadura de alta tecnología (o eso parece en las imágenes del rodaje). ¿Y ya está?, os preguntaréis. Pues no, también habrá un Harry Osborn que obviamente no será James Franco. Y ahora sí, ya está.

¿Adónde pretendo llegar con esta retahíla de críticas? Pues a, una vez más, subrayar la falta de escrúpulos de los grandes estudios cinematográficos, en este caso Sony Pictures con Marvel. The Amazing Spider-Man no es un reinicio suicida como el que aparentemente es el Batman de Man of Steel 2. No harían una secuela si la jugada no les hubiera salido bien. El problema es que, a mi parecer, esto no contribuye al cine ni al espectador. Es cierto que consumimos montones de secuelas de superhéroes, pero mediocres o no nos muestran otras facetas de los protagonistas y más novedades que resultan amenas, incluso de gran calidad. The Amazing Spider-Man es el reinicio de las trilogía de Sam Raimi. ¿Suena mal? Pues The Amazing Spider-Man 2 es la secuela del reinicio de la trilogía de Sam Raimi. Y quieren hacer otras dos películas del Andrew Garfield arácnido. Poca novedad que mostrar, pero mucho dinero a recaudar.


Sí, estoy hablando de películas que aún no se han estrenado y podría estar completamente equivocado, pero me baso en lo que Marc Webb nos dio a ver hace algo más de un año. No estoy diciendo que esto sea una catástrofe cinematográfica, porque podría ser peor. Este Spider-Man aún tiene algo de calidad. Solo digo que este es uno de los asuntos por los que el cine de superhéroes pierde mucho: la sobreexplotación. ¿Caerán las adaptaciones cinematográficas de cómics en una decadencia similar a la que cayó el cine de terror, asesinado por la sobreexplotación? Esperemos que no, pero The Amazing Spider-Man es un claro ejemplo de este fatídico hecho. Solo habrá que ver qué rumbo tomarán sus secuelas. 

1 comentario:

  1. muy buena critica,aunque demasiado agresiva en mi opinion las peliculas son para entretener y hay que pensar en ellas asi

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