THE
AMAZING UNNECESSARY REBOOT
El
nuevo Spider-Man y su próxima secuela
por @ReckoningMan
Las
andanzas del hombre araña narradas por Sam Raimi en su trilogía
fílmica jamás convencieron del todo a servidor, aunque la verdad
sea dicha: las dos primeras entregas cumplen en gran parte los
requisitos de una película de superhéroes aceptable. La tercera,
sin embargo, resultó ser un dilatadísimo "drama romántico"
bastante cutre en muchos aspectos (como algunas líneas de guión
pronunciadas por Venom o la escena donde Peter Parker baila
malvadamente por las calles de Nueva York), pero esto no está en el
orden del día. El verdadero asunto a tratar es The
Amazing Spider-Man,
reinicio dirigido por el señor Marc Webb.
Cuando
supe que iban a realizar el reboot en serio no le di demasiada
importancia, a pesar de que no veía a Andrew Garfield metido en el
traje del arácnido superhéroe marvelita. Respecto a este tema tan
solo pensé una palabra que hasta hoy ha seguido en mi mente:
innecesario.
He de decir que cuando vi el trailer me quedé de piedra. Me esperaba
mucho menos. Pintaba bien, así que me permití el lujo de albergar
ciertas esperanzas hacia el reinicio de Webb. Meses después la
estrenaron. Un sector de la opinión se deshacía en elogios hacia el
reinicio, mientras que otro echaba bilis al más ligero atisbo de oír
que el Spider-Man de Webb y Garfield era mejor que el de Raimi y
Tobey Maguire. La diferencia de opiniones respecto a una película
concreta desarrolla en mí unas ganas terribles de visionarla para
averiguar la verdad, así que pasados unos meses la vi en DVD-Rip de
forma no muy legal. Sufrí una decepción bastante notable, y el
adjetivo innecesario
volvió instantáneamente a mi cabeza.
No
estoy diciendo que The
Amazing Spider-Man
sea una peli de superhéroes de la deleznable talla de Daredevil
o Batman y
Robin. Lo
que pasa es que, partiendo de ser un reinicio de un personaje del que
ya se ha terminado una trilogía hace menos de una década, es muy,
muy mediocre (¿por qué me sorprende?). Las películas de Raimi (sí,
incluso la tercera) tenían cierta profundidad y personajes que más
o menos evolucionaban a medida que la trama avanzaba. La profundidad
de The
Amazing Spider-Man es
equiparable a la de una hoja de papel. Solo hay que fijarse en los
personajes y en su mediocre construcción para reparar en ello.
En
primer lugar, Peter Parker no parece el empollón poco atractivo en
muchos sentidos que aparece en las viñetas del cómic y en su primer
debut cinematográfico. Me dio la sensación de que el atractivo
Andrew Garfield era marginado por sus iguales por el mero hecho de
llevar gafas (¡si hasta monta en skate por los pasillos!). Luego
tenemos a Gwen Stacy, que a pesar de que (como es habitual) Emma
Stone nos ofrezca una genial interpretación, su personaje no
convence. Oscila entre la madurez y la inteligencia a una estupidez
sin igual. El tío Ben ya no es el venerable anciano que nos robó el
corazón en la primera película. Pretende ser el tío Ben sin ser el
tío Ben del 2002, que mantenía toda la esencia del personaje; por
lo que se convierte en una especie de contradicción. Solo hay que
ver que se pasa media hora para decir en otras palabras que un gran
poder conlleva una gran responsabilidad. Y el villano, Kurt
Connors/El Lagarto, deja mucho que desear, aunque al menos (a mi
parecer) no es peor que el Eddie Brock/Venom de Raimi.
Visto
esto no voy a enrollarme explicando los motivos por los que la trama
de este filme es simplona, mediocre y previsible. Los únicos puntos
en los que estoy a favor son el mismo Spider-Man, que en las escenas
de acción es visualmente más atractivo y fiel; y el genial cameo de
Stan Lee. ¿Qué tenemos? Una película más bien mediocre, cuyo
guión tiene más agujeros que un queso gruyere y que ha recaudado
mucho dinero (unos 751.657.162 dólares, que no es precisamente
calderilla) No logra convencer al público que no era fan del
Spider-Man de Raimi ni es lo suficientemente buena como para
considerarse necesaria o útil
(como sería
por ejemplo la resurrección de Batman a partir de Batman
Begins).
Y
ahora viene la guinda del pastel. Vista la recaudación, Sony
Pictures empezó a frotarse las manos y a planear secuelas del nuevo
hombre araña. En 2014 veremos en nuestros cines The
Amazing Spider-Man 2,
hecho que hace que me plantee la siguiente cuestión: ¿qué hay de
nuevo que nos puedan enseñar? Pues por lo visto un Electro
interpretado por Jaime Foxx (al que ya llaman Django
Electrocutado)
y un Rhino al que dará vida el genial Paul Giamatti. Eso sí, su
traje de rinoceronte
será una armadura de alta tecnología (o eso parece en las imágenes
del rodaje). ¿Y
ya está?,
os preguntaréis. Pues no, también habrá un Harry Osborn que
obviamente no será James Franco. Y ahora sí, ya está.
¿Adónde
pretendo llegar con esta retahíla de críticas? Pues a, una vez más,
subrayar la falta de escrúpulos de los grandes estudios
cinematográficos, en este caso Sony Pictures con Marvel. The
Amazing Spider-Man
no es un reinicio suicida como el que aparentemente es el Batman de
Man of Steel
2. No harían
una secuela si la jugada no les hubiera salido bien. El problema es
que, a mi parecer, esto no contribuye al cine ni al espectador. Es
cierto que consumimos montones de secuelas de superhéroes, pero
mediocres o no nos muestran otras facetas de los protagonistas y más
novedades que resultan amenas, incluso de gran calidad. The
Amazing Spider-Man
es el reinicio de las trilogía de Sam Raimi. ¿Suena mal? Pues The
Amazing Spider-Man 2
es la secuela del reinicio de la trilogía de Sam Raimi. Y quieren
hacer otras dos películas del Andrew Garfield arácnido. Poca
novedad que mostrar, pero mucho dinero a recaudar.
Sí,
estoy hablando de películas que aún no se han estrenado y podría
estar completamente equivocado, pero me baso en lo que Marc Webb nos
dio a ver hace algo más de un año. No estoy diciendo que esto sea
una catástrofe cinematográfica, porque podría ser peor. Este
Spider-Man aún tiene algo de calidad. Solo digo que este es uno de
los asuntos por los que el cine de superhéroes pierde mucho: la
sobreexplotación. ¿Caerán las adaptaciones cinematográficas de
cómics en una decadencia similar a la que cayó el cine de terror,
asesinado por la sobreexplotación? Esperemos que no, pero The
Amazing Spider-Man es
un claro ejemplo de este fatídico hecho. Solo habrá que ver qué
rumbo tomarán sus secuelas.
muy buena critica,aunque demasiado agresiva en mi opinion las peliculas son para entretener y hay que pensar en ellas asi
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