jueves, 23 de mayo de 2013

El sótano del primo Barto: La broma a cualquier precio


La semana pasada, en relación a Cosmic Dragon, hablábamos sobre la perversión de un género a través de varios recursos, como eran mostrar los elementos ridículos del propio género que se aceptan como normales, o perturbar el propio género introduciendo la realidad en el mismo. Básicamente esto es la parodia, que aunque parezca una tontería es algo muy serio, como suele serlo siempre el humor que va más allá del chascarrillo. Pero claro, esto termina convirtiendo la parodia en un trabajo igual de dificultoso que hacer una obra de género puro, ya que el autor va a necesitar el mismo esfuerzo y tiempo que para hacer una obra llamada seria.

Esto hace que la tontería pura se queda fuera del espectro de obras, quedando relegada a creaciones rápidas y simples, ya que al ser una tontería sin más tampoco merece más mimo o dedicación. De modo que es muy de agradecer encontrar apuestas como la colección Horreibols and terrifics books, realizada a dúo por los autores Forges y Azpiri. Este par no necesita presentación, ya que el primero es posiblemente uno de los humoristas gráficos más conocidos de nuestro país mientras que el segundo es ya un autor clásico dentro de los géneros de fantasía y ciencia-ficción; ambos con un estilo tremendamente personal y diferenciado dentro del panorama nacional, siendo ambos padres de un universo propio fácilmente reconocible por cualquier lector. Pues bien, estos dos autores se han planteado crear una versión personal de algunos de los mayores clásicos del género de terror occidental, con lo que hasta el momento han trabajado con Drácula, El monstruo de Frankenstein y El fantasma de Canterville; obras respectivamente de Bram Stoker, Mary Shelley y Oscar Wilde.

Pero lo mejor de los hasta ahora tres tomos publicados dentro de Horreibols and terrific books es su planteamiento, pues no contamos con un guión del divertido Forges y un trabajo artístico del notable Azpiri, no, eso hubiera sido lo fácil, lo esperable, lo correcto. En su lugar tenemos a Azpiri realizando una adaptación más o menos fiel de la historia clásica, tanto del texto original como de posteriores versiones cinematográficas; y posteriormente a Forges que se encarga de dibujar al monstruo, y a sus secuaces si los hubiera, y de meterlos a presión y sin el más mínimo miramiento dentro de la obra. Así lo que nos encontramos con un espectacular trabajo gráfico y narrativo de Azpiri que se ve salpicado por travesuras de Forges. Así por ejemplo el volumen de Drácula presenta una historia hija de la novela de Bram Stoker y la película de Francis Ford Coppola pero con un Conde Drácula puramente forgiano que se limita a hacer chistes y juegos de palabras. Los siguientes tomos no se quedan por detrás, pues mientras el doctor Frankenstein pugna por enfrentarse a las consecuencia de querer ser Dios, su criatura se limita a cantar boleros o coplas con las manos en alto.

De este modo asistimos a un verdadero movimiento donde el arte se pone a la máxima altura, pues Horreibols and terrific books podría haber sido una buena colección de cómics de Azpiri adaptando los grandes clásicos del terror, pero gracias a Forges nos encontramos con una locura, que pide a veces el cambio por el término estupidez, que alcanza el grado de arte por su originalidad y provocación. Muchos son los creadores que fantasean con la ruptura total, pero la inmensa mayoría se queda a medio gas cuando enclaustra su propia creatividad, ya sea por agradar al mercado o a los propios cánones del arte. Pero Forges y Azpiri han conseguido el éxito gracias a la nula preocupación por los estamentos de los géneros y del mercado, convirtiendo lo que debería haber sido una broma privada muy puntual, una fantasía personal, en una creación de largo recorrido, tan chocante y extraña como disfrutable.




@bartofg

1 comentario:

  1. LLevo tiempo mirandolos de reojo... pero no me decididia... creo que probare con el de Dracula... gracias por la recomendación.

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