jueves, 12 de abril de 2012

El sótano del primo Barto: Contra el mal, contundencia

Esta semana volvemos a centrar nuestra atención, a riesgo de parecer pesado, en una nueva encarnación de los mitos de Cthulu en una historieta. Aunque es innegable que existen multitud de obras relacionadas con el género de horror, no es menos cierto que esta humilde columna tiene una manifiesta debilidad por la cultura popular, en la que sin duda el cómic y las obras de Lovecraft ocupan un importante porcentaje. Así que hoy nos centraremos en el cómic The Hammer, obra de Kelley Jones. La selección de esta obra también está afectada por el dibujo del autor, ya que aunque debido a la naturaleza de esta columna es lógico que nos centremos en el guión, el arte gráfico también puede convertirse en una perfecta herramienta para hacer circular el horror.


Antes que nada he de reconocer que Kelley Jones es sin duda uno de mis autores favoritos, algo que puede extrañar a quienes me conozcan y sepan de mi obsesión por la línea clara y mi manifiesto desprecio a todo dibujo que se parezca a un cómic de superhéroe norteamericano realizado en la década de los 90. Sí, lo sé, es raro y explica a cualquier explicación, pero soy un enamorado de los lápices de Kelley Jones. Quizás, las obras más conocidas del autor norteamericano sean la trilogía de Batman & Dracula y el cómic Haunted Gotham, cuatro Elseworlds protagonizados por un Batman alternativo que se debe enfrentar primero al rey de los vampiros, convirtiéndose el mismo en uno, y después a una invasión demoniaca de su querida ciudad.



Pero si hemos optado por The Hammer, se ha debido a que es una obra para la que Kelley Jones ha realizado el guión además del dibujo, por lo que podemos acercarnos más a la percepción que el autor tiene sobre el terror. The Hammer pertenece a ese grupo de obras que no se contenta con adaptar el universo de Lovecraft, sino que lo toma como punto de partida para llevarlo más allá. El cómic de Kelley Jones honra la tradición de Cthulu pero añadiendo varias capas de complejidad, primero una imprimación de aventura pulp, después una capa de terror setentero y finalmente un barniz de horror en la edad de los medios de comunicación de masas. Toda esta amalgama sirve para que Kelley Jones nos muestre a un guerrero mítico de origen alienígena que debe luchar contra una bruja que utiliza un libro de autoayuda para crear las condiciones perfectas en las que invocar a los dioses primigenios.



Aunque este juego de referencias podría parecer complejo o sesudo, The Hammer es ante todo diversión, fuerza bruta contra el mal, humor autorreferencial e incluso un poco de erotismo adolescente. The Hammer se disfruta y mucho. Por si todo esto fuera poco, la guinda la tenemos con el trabajo artístico de Kelley Jones, con un dibujo lleno de contrastes que parece obedecer más a las necesidades psicológicas que realistas de la obra: sombras enormes dan personalidad a un dibujo que se deforma, expandiéndose y encogiéndose, en base al ritmo interno de la historia.




2 comentarios:

  1. Conocí el dibujo de Kelley Jones a través de la miniserie Aliens: Nido (la cual recomiendo) y es un genio creando atmósferas. Echaré un ojo a este cómic si tengo oportunidad.

    ResponderEliminar
  2. Nacho, tienes toda la razón, Aliens: Nido está muy muy bien. Si puedes échale un vistazo éste, no te vas a arrepentir.

    ResponderEliminar