Esta semana volvemos a centrar nuestra
atención, a riesgo de parecer pesado, en una nueva encarnación de
los mitos de Cthulu en una historieta. Aunque es innegable que
existen multitud de obras relacionadas con el género de horror, no
es menos cierto que esta humilde columna tiene una manifiesta
debilidad por la cultura popular, en la que sin duda el cómic y las
obras de Lovecraft ocupan un importante porcentaje. Así que hoy nos
centraremos en el cómic The
Hammer,
obra de Kelley Jones. La selección de esta obra también está
afectada por el dibujo del autor, ya que aunque debido a la
naturaleza de esta columna es lógico que nos centremos en el guión,
el arte gráfico también puede convertirse en una perfecta
herramienta para hacer circular el horror.
Antes
que nada he de reconocer que Kelley Jones es sin duda uno de mis
autores favoritos, algo que puede extrañar a quienes me conozcan y
sepan de mi obsesión por la línea clara y mi manifiesto desprecio a
todo dibujo que se parezca a un cómic de superhéroe norteamericano
realizado en la década de los 90. Sí, lo sé, es raro y explica a
cualquier explicación, pero soy un enamorado de los lápices de
Kelley Jones. Quizás, las obras más conocidas del autor
norteamericano sean la trilogía de Batman
& Dracula
y el cómic Haunted
Gotham,
cuatro Elseworlds
protagonizados por un Batman alternativo que se debe enfrentar
primero al rey de los vampiros, convirtiéndose el mismo en uno, y
después a una invasión demoniaca de su querida ciudad.
Pero
si hemos optado por The
Hammer,
se ha debido a que es una obra para la que Kelley Jones ha realizado
el guión además del dibujo, por lo que podemos acercarnos más a la
percepción que el autor tiene sobre el terror. The
Hammer
pertenece a ese grupo de obras que no se contenta con adaptar el
universo de Lovecraft, sino que lo toma como punto de partida para
llevarlo más allá. El cómic de Kelley Jones honra la tradición de
Cthulu pero añadiendo varias capas de complejidad, primero una
imprimación de aventura pulp, después una capa de terror setentero
y finalmente un barniz de horror en la edad de los medios de
comunicación de masas. Toda esta amalgama sirve para que Kelley
Jones nos muestre a un guerrero mítico de origen alienígena que
debe luchar contra una bruja que utiliza un libro de autoayuda para
crear las condiciones perfectas en las que invocar a los dioses
primigenios.
Aunque
este juego de referencias podría parecer complejo o sesudo, The
Hammer
es ante todo diversión, fuerza bruta contra el mal, humor
autorreferencial e incluso un poco de erotismo adolescente. The
Hammer
se disfruta y mucho. Por si todo esto fuera poco, la guinda la
tenemos con el trabajo artístico de Kelley Jones, con un dibujo
lleno de contrastes que parece obedecer más a las necesidades
psicológicas que realistas de la obra: sombras enormes dan
personalidad a un dibujo que se deforma, expandiéndose y
encogiéndose, en base al ritmo interno de la historia.
Conocí el dibujo de Kelley Jones a través de la miniserie Aliens: Nido (la cual recomiendo) y es un genio creando atmósferas. Echaré un ojo a este cómic si tengo oportunidad.
ResponderEliminarNacho, tienes toda la razón, Aliens: Nido está muy muy bien. Si puedes échale un vistazo éste, no te vas a arrepentir.
ResponderEliminar