sábado, 24 de marzo de 2012

Spain is pain #23: Coños que saben a realidad.



Es lo que le dice el trasunto del director de cine León de Aranoa mientras le practica sexo oral a la exnovia de Juanjo Pérez, el protagonista de Genio y Figura (Edicions de Ponent, 2012) de José Tomás. En esta obra se nos narra las aventuras de un dibujante que odia todo lo que hay en torno a su profesión, ya sean fans, diseñadores, portadistas, editores etc… El ego del protagonista es tal que solo mantiene conversaciones serias con dios.

Sin embargo, Genio y figura es una reflexión sobre los mecanismos del éxito en el panorama editorial español, en el que se pone de manifiesto la flaqueza del tejido empresarial que hay en torno al arte del comic en nuestro país. Juanjo Pérez goza del éxito en toda su amplitud, es querido por su editor, los fans, tiene grupies, aparece en los medios y esta pendiente de que su obra sea adaptada al cine por un directo con cierta reputación. Pero todo se va al garete cuando recibe toda la atención de los medios y en el que cada gesto o palabra es sometida a juicio.

Estamos ante una narrativa circular, en la que a través de nuestro protagonista descubrimos el porqué de los motivos del secuestrador que lo retiene al principio de la historia. Aunque no es el único recurso narrativo que podemos encontrar en este título, en este caso el protagonista es el flashback. El hecho de que se nos explique todo desde el presente implica una interpelación directa en forma de crítica a la situación actual de nuestra industria cultural, los vicios de la misma y a unas estructuras relacionales aprehendidas de otras formas de expresión cultural.


Dicho todo esto podría parecer que el cómic de José Tomás es una crítica sesuda y pesada sobre el hecho de ser autor de cómics en nuestro país. Es una crítica, si. Es seria, si. Pero no es pesada. Genio y figura es sobre todo una obra en la que lo que predomina es el humor que se genera en torno a un personaje que se toma demasiado en serio a sí mismo y que desprecia a los demás, lo que le hace perder la perspectiva. En esa tensión que el personaje protagonista genera entorno así mismo es donde se producen las situaciones cómicas para el espectador, pero que el protagonista afronta como si de un Ulises se tratara.

En definitiva, Genio y figura es una de esas obras imprescindibles para entender el cómic como una forma de vida que trasluce por todos los poros del autor, ya no solo como un slice of life  al uso sino como una reflexión sobre un medio que intenta absorber al autor ya sea desde aspectos creativos a personales. Por otro lado me queda una duda ¿tan petardos somos los fans?

                                                                                                                                          @Mr_Miquelpg

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