jueves, 3 de noviembre de 2011

El sótano del primo Barto: Moore, Lovecraft y la cópula abominable

Es innegable que uno de los mayores creadores del género de terror del siglo pasado fue Howard Philips Lovecraft, un autor que aunque no desarrolló una pluma perfecta, si fue capaz de crear una cosmología propia bajo el concepto del horror cósmico, una definición sobre la que se refugiarían autores posteriores, que expandirían el cosmos del autor más allá, incluso saltando a nuevos medios como el cine o como el que hoy tratamos aquí, el cómic. Lovecraft ha tenido muchísima vida en el mundo de la historieta, pero hoy nos centramos en un recopilatorio de dos trabajos del guionista Alan Moore, una auténtica vaca sagrada del cómic, que centró su mirada en la obra de Lovecraft para, como ya hicieron muchos antes, expandir su universo y ya puestos asustarnos en el proceso.

El tomo de reciente publicación por parte de Panini, Neonomicon, recoge dos trabajos realizados por Alan Moore, apoyado por el dibujo de Jacen Burrows, para la editorial de Warren Ellis, Avatar Press. Aunque el cómic se titule Neonomicon, realmente incluye las historias The Courtyard, publicada en dos números en enero y febrero del año 2003; y la propiamente llamada Neonomicon, continuación de la primera y publicada en cuatro números, entre junio del 2010 y febrero del 2011. Por suerte, ahora podemos hacernos con las dos historias en un único tomo y colocarlo en nuestra estantería junto a otros ominosos volúmenes como los propios relatos de Lovecraft, o si somos afortunados junto a un ajado volumen del Necronomicon.

Como ya hemos dicho, el mérito de Lovecraft no lo encontramos en la belleza o superioridad de su estilo literario, sino en la ambición de su imaginación y en el portento de su creatividad. Lovecraft creo un nuevo universo donde el hombre no dejaba de ser una hormiguita que solo podía ser mero espectador ante el choque de seres y fuerzas inefables, criaturas imposibles que luchaban por la supremacía en diversas realidades, desde nuestro mundo físico hasta la dimensión onírica del puro pensamiento. Ante esta presentación de Lovecraft basada casi exclusivamente en las descripciones y los planteamientos de conceptos, historias que terminaban no cuando el héroe se enfrentaba a lo desconocido, sino simplemente cuando el héroe intuía lo extraño solo para perder la cordura; Alan Moore agarra dichos mitos y los acerca, esparciendo las brumas del misterio inexplicable y enseñándonos a sus moradores.

La primera historia del tomo recopilatorio, The Courtyard, es una adhesión al Lovecraft más clásico. En ella, Alan Moore nos muestra una aventura de un héroe en busca de una verdad, algo que le será totalmente vedado, ya que cuando se pase de la investigación humana a la exploración de lo incomprensible solo podemos encontrarnos con un fin posible. Por su parte, Neonomicon es una exploración más interesante de los mitos de Lovecraft, ya que trata de plasmar y mostrar esa parcela de la obra del escritor que éste se limitaba a bosquejar. Quizás la parte más interesante de Neonomicon sea la construcción de los cultos adoradores de las fuerzas primigenias, así como sus extraños ritos donde se mezcla la sangre y el sexo, una realidad que Lovecraft se limitaba a nombrar sin entrar jamás en detalles.

Neonomicon es una obra de obligada lectura para cualquier fan de Lovecraft o de Moore, la perfecta unión de dos autores geniales que unen sus fuerzas más allá del tiempo y la muerte para la mera adoración y gloria de los primigenios.


Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn.

3 comentarios:

  1. Genial entrada, Barto.
    Espero que mi artículo de este mes en Scifiworld te guste porque va muy con tu columna de hoy ;)
    Por cierto, qué pedazo de cómic es Neonomicon, eh?

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  2. A ratos sorprendente, incluso aterrador en un par de viñetas (el momento del graffiti me pareció sublime), bastante bizarro en general y, sobre todo, explícito. No es de sorprender viniendo del maestro Moore, pero a veces creía estar leyendo a Garth Ennis. ¿Recomendable? El desenlace lo merece.

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  3. Fali, tu artículo está muy bien, se me ha olvidado, pero el número actual dedicado a Lovecraft es una maldita delicia.

    En el tomo en sí, no olvidemos que se recogen dos historias muy diferentes, escritas con una diferencia de unos buenos años. El primero es Lovecraft puro, mientras que el segundo es una gran actualización de los mitos, que por primera vez centra el foco en las relaciones directa entre los cultistas y las abominaciones.

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