Quiero ser como J.J.Jameson: Hoy "Cíclope vs Lobezno"

La columna que tenía preparada para hoy ( y que aún sigue en una carpeta, esperando ver la luz) ha tenido que quedarse atrás porque la perorata que he escrito ha llegado a las 1250 palabras y eso, la verdad, no hay blog que lo resista (se empeñe quien se empeñe).

Así que el tema de hoy será mucho más liviano: X-Men ReGenesis.

Casi he perdido la cuenta de las veces que los muties han tenido una nueva génesis, una revolution, una marvelution, un todo cambia o un nada será igual que antes. Pero lo cierto y verdad es que esta vez parece que se lo han currado: enviados al asilo Xavier y Magneto, brontosaurios de los derechos de los mutantes, Cíclope ha sido el único capaz de llevar a la raza mutante cual Moisés a una tierra prometida, Utopía (toma ya!), que ríete tú de Genosha... Cíclope era de mis personajes favoritos de niño (será que llevaba gafas), solo por debajo del Amo del Magnetismo (empecé pronto con el Magneto was right!), y me cabreé muchísimo cuando Bryan Singer y sus sucesores iban ninguneándolo cada vez más en cada nueva película hasta el punto de borrarlo del mapa de un plumazo y poner la solución final en manos de un más que comercial Lobezno. Menudas gilipolleces hace a veces los hollywoodienses.

El caso es que, gracias sobre todo a las películas, la fama de Lobezno ha aumentado y, con ella, su personalidad ha ido mutando (un nuevo superpoder, vamos). Ya queda poco de aquel canadiense de metro y medio que fumaba, bebía, insultaba, mataba sin escrúpulos y te robaba la novia si podía mientras decía una sarta de tacos; se ha convertido en un tío guapetón, de metro ochenta, metrosexual, amante de los niños, enamorado para la eternidad de Jean Grey (mientras se tiraba a todo bicho viviente), profesor en potencia, orador y filósofo... Y lo peor es que los niños de hoy días tienen esos conceptos muy metidos en la cabeza, así: Lobezno es un tío chachi y Cíclope un muermo.

ReGenesis viene a hacer estas distancias más extremas: espoileando al mínimo, los X-Men se pelean, unos escogen a Summers para seguir dirigiendo y otros al garras por lo mismo. Scott se queda con los burracos (Magneto, Namor, Tormenta, Coloso, Emma...) para construir en Utopía una gran nación mutante con unos X-Men en plan equipo paramilitar; por el otro lado, Logan se ha rodeado de niñatillos, en plan Jesús ("Dejad que los niños se acerquen a mis garras de adamantium") y ha reflotado la escuela de Xavier pero con nuevo nombre: The Jean Grey's School (toma ya!). 

Además, los dibujantes de cada equipo son muuuuyyy diferentes; el mítico título Uncanny X-Men tendrá los lápices clásicos y serios de Carlos Pacheco, todo un símbolo para los veteranos lectores de mutantes de toda la vida que vemos en Cíclope el auténtico líder que es. Para Wolverine & the X-Men (más claro y hacen transparente el tebeo) han cogido al cartoon-style de Chris Bachallo, exagerado, que buscará un público más infantil (de edades parecidas a los alumnitos de Lobi), que ha crecido con las películas y las fiambreras de los chinos con la cara del canadiense. Y mira, ya uno empieza a estar hasta los cojones. Que el hambre comercial parece que no entiende de lógica: Lobezno desarrolló el mayor poder de todos hace unos años: estar en 5 o más colecciones al mes en aventuras/países/realidades diferentes al mismo tiempo, ser Vengador (por dios que es un asesino!), y ahora director y profe, tutor amantísimo que reniega de la violencia y del hecho de llevar a niños a defender sus derechos como mutantes.

Y no sigo que me caliento! Además, os habréis fijado que mi afecto por el patillas no es grande, pero todo se debe a una razón de peso; cuando estuvo en los Vengadores... se hizo amigo de Spiderman!!!

No diré más.

Sean felices.