Crows Zero
está basada en el exitoso manga Crows
de Hiroshi Takahashi. La historia es bien simple, un grupo de adolescentes que
pugnan por ver quién es el más fuerte del Instituto Masculino de Suzuran a base
de palos y es que conseguir tal victoria supone casi como ser el amo del mundo
en su vertiente más masculina. Como en toda historia de lucha, siempre debe
haber dos bandos enfrentados y dos cabezas visibles y pensantes al igual que
una batalla final que ponga en el podio de los campeones al mejor y hunda en el
barro al peor.
Este
manga se centra, principalmente, en el espíritu de superación por parte de sus
protagonistas, hay que conseguir ser el más fuerte, en el trabajo en equipo, para
llegar a la meta hay que conseguir un conjunto estable y entre ellos hay que
seleccionar a los más fuertes, y por último, también es un ejemplo de honor,
nunca puedes fallar en tu misión ni tampoco a los tuyos.
Desde
el punto de vista fílmico la película cuenta con unas escenas de acción y lucha
magistralmente planteadas, tal vez menos sangrientas de lo que normalmente nos
tiene acostumbrados Takashi Miike, pero no por ello menos efectivas e
interesantes. Además de insertar ciertos toques de humor que en ocasiones
suavizan el ritmo de la cinta pero la dotan de una personalidad propia. La
banda sonora, ya desde la primera canción que abre el film, confluye de forma solemne
con la imagen, exceptuando, tal vez, la canción de la chica, entre lo ñoño y lo
descartable que más bien parece un videoclip.
La
estética general también es un punto a favor de esta adaptación, tanto desde el
punto de vista de la fotografía como de la propia indumentaria de los
personajes, todo ello destilando toques oscuros acordes incluso a la música
(como pequeña anotación el rock está bien pero algún toque más hardcore hubiera
impregnado la película de una mayor violencia sonora).
Posiblemente
uno de los fallos de la película es que empieza demasiado fuerte y rápida y a
primera vista parece que va a ser un auténtico torbellino de violencia, es más, ansias ver la batalla
final, nada desmerecida, pero si comparas el inicio con el final le hubiera
faltado más palos y menos canción romántica. Aún así siempre se puede recurrir
a otros títulos de Miike para encontrar la esencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario