miércoles, 15 de mayo de 2013

Sesión Numerada #8 Tank Girl (1995). ¿Qué es calvo, huele mal, besa canguros, lleva botas demasiado grandes y bragas que necesitan un buen lavado?






En el año 2010 se editaba en España, de la mano de Ediciones B,  una colección de los tebeos de Tank Girl del primer año en un único volumen llamado Tank Girl Uno. Aunque no era la primera vez que la chica del tanque aparecía en nuestro país, ya que lo había hecho en El Víbora y en formato cuaderno para Ediciones La Cúpula en la línea Fuera de Serie Comix (2001-2003).

Jamie Hewlett y Alan Martin son los creadores de este personaje femenino y del inusual mundo que la rodea. Sin lugar a dudas, Hewlett es mucho más conocido como creador (gráfico), junto a Damon Albarn, de la banda virtual Gorillaz, así como diseñador de todos y cada uno de los personajes que la componen y de todos los productos asociados a la misma.

Posiblemente nos encontramos ante un caso en el que el film llegó a ser más conocido, en un momento dado, que la obra original en la que se inspiraba, aunque esto no es sinónimo de éxito. La película fue duramente criticada desde un principio y si hablas con alguien que la haya visto lo más probable es que la palabra bodrio aparezca en la conversación, pero si analizamos la película desde diferentes puntos de vista la adaptación no es tan cutre como se dice porque consigue transmitir, en su mayoría, el espíritu original del cómic. Estamos hablando de obra que se puede clasificar como anarquista con una estética pretendidamente punk y la película es eso y mucho más. Destacan las secuencias en las que aparecen viñetas y animaciones especialmente creadas por Jamie Hewlett y Alan Martin y que mezclan el formato y el lenguaje del cómic con el  formato y el lenguaje cinematográfico de una manera totalmente literal, además de la cantidad de referencias culturales presentes.



Siguiendo la estela de la conocidísima Mad Max (1979), nos adentramos en un futuro postpocalíptico en el que la escasez de agua y el desconcierto social son piezas claves, pero mientras en Mad Max el protagonista era un hombre y su testosterona, aquí la protagonista es una chica de estética punk casi cargada con la misma testosterona y una boca llena de palabras soeces.

Desde mi punto de vista, el papel que interpreta la actriz Lori Petty no es tan malo como  muchos se empeñan en remarcar ni el de Naomi Watts tan bueno. Sí es cierto que las interpretaciones, a nivel general, y sobre todo las del perverso Kesslee (Malcolm McDowell), no son meritorias del premio  a la mejor interpretación pero tampoco es cuestión de pedir demasiado. Seguramente la mayor deficiencia de la película sea su dirección. Rachel Talalay no consigue darle el empaque final y mira que contó con medios suficientes.

Sin embargo, la estética general del film es meritoria y destacable, dejando a un lado los efectos especiales y centrándonos, por ejemplo, en el diseño de vestuario, a mi gusto, claramente extraído de las viñetas de forma magistral. Muchos son los que se han quejado del maquillaje y la estética de los canguros de la película, pero no hay que olvidar que los efectos especiales de maquillaje eran obra de Stan Winston que, para aquellos que no lo sepan, es el creador de muchos de los mejores monstruos de la historia del cine como por ejemplo: Terminator, Alien, Depredador y Eduardo Manostijeras.



Son las cosas del destino las que determinan que algunas "raras avis" se conviertan, con el paso del tiempo, en películas de culto, pero esto no ha ocurrido con Tank Girl, producto que, durante largo tiempo, era una reposición continua en las cadenas autonómicas de televisión a altas horas de la noche.

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