Un cuento de navidad de
Charles Dickens es quizás la historia más famosa en torno al tema de las
oportunidades perdidas, en este popular relato el autor británico articula
felizmente el discurso de la bondad de la navidad con el pasado de Mr. Scrooge,
uno de los personaje más querido y odiado, por partes iguales, de la literatura
anglosajona. Como es conocido por todos al protagonista, un amargado y avaro
contable, le visitan tres fantasmas la víspera de navidad para ver su pasado,
contemplar su presente y vislumbrar su futuro. En todos los casos las visitas
no son nada halagüeñas para el contable. Este relato se puede conjugar con Qué bello es vivir, otra historia sobre
lo que fue y lo que pudo haber sido la vida del personaje.
En
esa tradición de revisión del pasado y exorcizar los fantasmas que cada uno de
nosotros cargamos a nuestras espaldas se encuentra Alter y Walter o La verdad Invisible (Entrecomics Comics, 2013) de
Pep Brocal. Hasta cierto punto podemos considerar esta obra como una
deconstrucción posmoderna de la obra de Dickens en la que también hacen presencia
los círculos del Infierno de Dante. En esa transmutación de los espacios
literarios nos encontramos con una historia en apariencia sencilla que se va
complicando no solo en lo meramente narrativo sino en la complejidad gráfica
que construye el autor.
Walter
es un tipo normal, más que normal gris, que ve como día a día alguien que no es
él se asoma en el espejo mientras se afeita, la existencia de este es rutinaria
sin pasión, la vida de una persona que ha dejado atrás todos sus sueños y que
ha sido incapaz de dar un paso en otra dirección que no fuese la de la
obligación social. Sin embargo, todo cambia el día que se desvía de esa rutina
programada que es su rutina, decide no ir al trabajo y emprender un viaje a no
se sabe dónde que le llevara a parar donde el no espera.
Walter
lucha por su vida contra sí mismo (Alter) por el peor de los crímenes: haberse
prohibido vivir la vida como la había soñado. En ese espacio onírico se hacen
patentes todos los elementos de la crisis personal de un personaje que vive
inmerso en la funcionalidad del día a día. Ese conflicto interior se ve
auspiciado por la quiebra de valores del occidente capitalista que han hecho de
Walter un personaje anodino incapaz de imaginarse a sí mismo viviendo otra vida
mucho más rica que la que está viviendo, prefiriendo marginarse a sí mismo
antes de enfrentarse a sus demonios.
Dicho
enfrentamiento tiene lugar en un espacio indeterminado entre la realidad, el
subconsciente y lo onírico. Siendo la realidad lo único a lo que se puede
agarrar, y esta no es más que las circunstancias de su pasado, es decir, sus
errores como único sustento en el que Walter es capaz de moverse con soltura.
En cuanto a la construcción del subconsciente y lo onírico Brocal opta por lo
orgánico como un espacio habitable que el protagonista es incapaz de reconocer
por haberlo abandonado hace tiempo. Es más ese constructo habitado por
personajes del pasado muta, no es una construcción sólida como la vivida por
Walter pero si lo es para Alter.
Lo orgánico
será un aspecto central no solo en la configuración de los espacios sino que
jugará un papel vital en el desarrollo de la historia sino que se producirá una
transustanciación en el que esas habitaciones vacías en la mente de Walter sufrirán
una conversión que las corporeizará en un ser que en principio parece nuevo
pero que siempre había estado allí. Quizás debemos entender el concepto de orgánico
en el relato tal y como lo define la RAE en su primera acepción: “Que está con
disposición o aptitud para vivir”. Porque ese es el trance que deberá pasar
nuestro querido Walter decidir si está en disposición de vivir.
Pep
Brocal pone ante nosotros un relato complejo, no por inteligible, sino por la
cantidad de elementos con los que es capaz de jugar a la hora de elaborar un
relato sobre la dualidad del ser humano. La utilización del rojo y el verde
como elementos centrales de una narrativa visual que está integrada por
completo en el relato, y que da de sí a lo largo de todo el volumen. Alter y Walter o La verdad Invisible hay
que leerlo con tranquilidad y volver a releerlo, porque es un texto que nos va
a dar vueltas en la cabeza durante un tiempo tanto por como lo que explica como
por lo que explica, a todo eso hay que sumarle la estupenda edición llevada a
cabo por la gente de Entrecomics Comics los cuales van coleccionando hitos a
medida que lanzan al mercado un nuevo título. Y que son capaces de dar toda la
libertad necesaria al autor para encontrarnos con títulos como el orquestado
por Pep Brocal.
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