jueves, 14 de febrero de 2013

El sótano del primo Barto: El antepasado convertido en mito


La semana pasada iniciamos un recorrido por las antologías de terror editadas en cómic, defendiéndolas como la forma más pura en la que podemos encontrar el horror, ya que éste siempre funciona mucho mejor en pequeñas dosis. En cierta forma podríamos decir que una buena historia de terror funciona de forma muy parecida a un chiste, con un corto recorrido y un final explosivo. A su manera, el recorrido es parecido, ya que tanto el chiste como la historia de terror buscan intensificar la tensión, aunque el final es más bien distinto, ya que mientras el primero termina con una carcajada, el segundo lo hace con un estremecimiento. El horror, igual que la comedia, recurren a los más básico del ser humano, a sus pulsiones más animales.

En este sentido, es lógico que las mejores obras de terror sean cuentos cortos, o en el caso que nos ocupa historietas de pocas páginas. Y si alguna recopilación de cómics de terror se ha convertido en la insignia del horror en viñetas, no han sido otras que las series publicadas por EC, la famosa triada formada por Tales from the Crypt, Vault of Horror y Haunt of Fear. No vamos a hablar aquí de temas tan conocidos como la propia historia de la editorial, ni de la visión comercial de Bill Gaines o su fatídico final a manos del lunático psiquiatra Fredric Wetham. Sólo necesitamos saber que las tres publicaciones, publicadas en la primera mitad de la década de los cincuenta del siglo pasado, contaron con las firmas de grandes autores, como Joe Orlando, Al Feldstein o Graham Ingels entre muchos otros; así como con un estilo único original en su momento y que terminó en convertirse en todo un estándar.

Lo que también se debe de dejar claro es que ni la EC fue la primera editorial en publicar historietas de terror ni la que más páginas dedico al género, por lo que su fama se debe mucho más a la calidad de la obra que a una supuesta presencia masiva en el mercado. Tanto es así que aún en nuestros días son muchos los autores y obras que deben mucho a estos cómics, algo que algunos declaran sin problemas. Stephen King es un gran fan de dichos cómics, como prueba su guión para la película Creepshow. O si queremos encontrar otro ejemplo sólo tenemos que pensar en la serie de televisión realizada durante los noventa por el canal de cable HBO, que bajo el mismo título de Tales from the Crypt recogía toda la esencia de los cómics de EC.

Pero claro, aún nos queda definir ese estilo de EC, que a diferencia de lo que pudiera parecer se aleja totalmente del horror gótico más clásico, casi podríamos decir que las historias que pulularon estas revistas eran en cierto modo la antítesis de las películas de monstruos de la Universal, el anterior gran paradigma del mundo del terror. Aunque en las historias de la EC podemos encontrar elementos clásicos como el zombi, la verdad es que sus guionistas se encargaban de darle la vuelta completamente, presentando un terror más moderno que habitaba los tonos grises. Así que si leemos una historia de zombis en Tales from the Crypt, lo más normal es que los retornados sean producto de un conjuro realizado por un hechicero voodoo de los suburbios, contratado por una mujer que quiere acabar con la vida de su marido, la cual posiblemente morirá a manos de su esposo fallecido.

Cuando uno comienza a leer por primera vez los historias de Tales from the Crypt, Vault of Horror y Haunt of Fear se sorprende por la madurez que desprenden sus guiones y el perfecto acabado de su dibujo, pues no leemos historietas para adolescentes que pueden ser disfrutadas por adultos, sino que disfrutamos auténticos historias que no temen tocar los temas más profundos del ser humanos, mostrando todos los claroscuros de la vida, especialmente los más agridulces.



Antología del terror
1. Introducción: Pequeñas cápsulas de horror
2. Tales from the Crypt: El antepasado convertido en mito

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