Desde hace cinco años a principios de noviembre aparece
publicado el título ganador del premio Fnac-Sinsentido y como cada año nos
llevamos una agradable sorpresa que este año lleva el nombre de Miercoles (Sinsentido, 2012) de Juan
Berrio.
En Miércoles el
autor despliega un discurso en el que la narración puramente gráfica predomina
sobre la escrita, y en la que la planificación y estructuración de las viñetas
juega un papel vital ya que establece un juego entre que estas lejos de
encerrar microhistorias que dan lugar a la típica secuenciación narrativa,
germina de esta una forma de narrar similar a la de los vasos comunicantes.
Haciendo que la historia se escriba viñeta a viñeta de manera independiente y
por ende en conjunto.
Sin embargo, la grandeza de este cómic reside en la
utilización de una estructura compleja para explicar algo tan sencillo o tan
complicado, según se mire, como el devenir de un grupo de personas que lo único
que tienen en común es vivir o conocer a alguien que vive en un bloque. En esa
descripción de lo anodino no debemos de olvidarnos que es miércoles, el día de
la semana más alejado tanto del fin de semana anterior como el posterior, lo
cual condiciona a todos los personajes de la historia hasta el punto de que
aquellos ajenos al bloque son los que hacen de ese día de la semana algo
especial.
En esa narrativa de lo habitual conjugado con la
complejidad narrativa nos recuerda al cine de Jacques Tati y a Tiempos Modernos de Charles Chaplin, y
sin remontarnos tanto en el tiempo a Aventuras
de un oficinista japonés de José Domingo. Pero a diferencia de este Berrio decido complicar las viñetas a
base de simplicidad y trazo limpio y utilizando bitono con el rojo de protagonista.
Algo que en principio parece poco adecuado para una historia que tiene una
forma de explicar la historia sosegada, sin grandes giros ni inesperadas
resoluciones.
El relato se resuelve tal y como empieza, dando a la
historia una estructura circular ahondando en la idea de lo habitual que es en
definitiva el leit motiv de Miércoles.
Por lo dicho podría parecer que se trata de una historia insípida sin evolución
en la narración, pero en la expresión de la simplicidad del día a día reside la
complicación de un relato con vocación buenista. Que busca alejarse de la
situación social actual, centrándose en las personas y en la vida de estas, en
lo bueno y en lo malo, los complejos y las virtudes. De como lo individual
repercute en lo general y de como a pesar de esto insistimos en buscar la
soledad y la autorealización.
Miércoles de
Juan Berrio es una demostración fáctica que menos es más, que lo importante a
la hora de narrar historias es tanto la forma como el fondo y de la importancia
en la compenetración de lo narrativo con el concepto general de la obra. Todo
esto hace de este título como uno de los imprescindibles del año por su forma
de abordar lo social desde la exposición de lo habitual, en la incidencia de lo
social y en la exposición del día a día como motor de una narración.
@Mr_Miquelpg
@Mr_Miquelpg
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