Al menos, a mi parecer. #04

¿Se puede ser pajillero y mojigato?

Pues sí, y mucho de ambas cosas. El cómic de superhéroes ha generado, entre otras patologías, unos fans que son capaces de pelársela delante de un dibujo de Pícara de Jim Lee en el que la tipa va incluso vestida hasta las orejas, o defender en un foro que Sue Richards es un ejemplo de mujer sexy a la que le harían de todo (¿Por qué, porque está casada? Porque probablemente es la superheroína que menos ponga de la historia de Marvel, DC, y Archie Cómics), pero ¡Ah! Si un autor, mete sexo, sexualidad, o desnudez con cierta naturalidad en la historia, ahí tendremos cientos de comentarios en los foros de estos frikis palilleros*, ofendidos (algunos argumentando barbaridades que dejan al Tea Party a la altura de Larry Flynt), indignados por el tratamiento “gratuito” del sexo en el cómic. 

Luego, teniendo en cuenta que ese mismo cómic ya ha sido publicado e impreso, podemos hacernos una idea de que ese “sexo gratuíto y explícito”, no es tal, es como mucho un cameo (de cama, no de aparición esporádica de alguien famoso), una insinuación salida de tono de un personaje, o simplemente la revelación natural de que alguno de los protagonistas sea gay o se encame con alguien de su mismo sexo.

Vamos, que en un cómic Marvel actual, lo más cachondo que te puedes encontrar es la relación de Emma Frost con Cíclope, o (en su día), los juegos preliminares de Peter Parker y Mary Jane antes de ser quizás interrumpidos por el sentido arácnido o la puta vieja de su tía llamando a horas intempestivas porque le da el 36er infarto.

Pero ni eso, ni eso tan sencillo, les parece bien a los lectores fieles de las aventuras preferidas de sus superhéroes.

A pesar de que tienen 30 o 40 años y se la pelan imaginando a esos mismos superhéroes en situaciones sexuales, no las quieren ver ni siquiera insinuadas, como parte de la vida normal de cualquier persona, en sus tebeos favoritos. A pesar, también, de que en las convenciones, a los dibujantes nos piden una y otra vez dibujos de sus heroínas preferidas en pelotas o fornicando. Lógicamente hay otro tipo de lectores y de fans, mucho más abiertos, y para los que da gusto crear o plantear historias algo más libres de tabúes.

Pues yo disfruto, y mucho, de un cómic donde se equilibren las cosas y se normalicen ciertas situaciones, me parece divertido y sano. No sé, casi nunca veo a estos lectores palilleros pero mojigatos, quejándose si Lobezno arranca un par de cabezas de los pobres abducidos de Hydra que atacan el cuartel X. Es más, tienden a escribir las mismas quejas airadas, si no lo hace. Pero el sexo, ¡NOOO!, ¡El sexo es perjudicial, esto lo leen niños! Pues permíteme una reflexión: Si son para niños, ¿Qué coño haces tú con 40 años, leyéndolos, y no sólo eso, sino tomándotelos tan en serio? ¿Qué te molesta, leer que los superhéroes follan?

Pues háztelo mirar, porque eso es el síndrome del "niño que se enfada con su mejor amigo, cuando tienen 13 o 14 años, porque el amigo ya empieza a mirar y charlar con las chicas, y quizás el no se atreve aún".

Al menos, a mi parecer.

*Entiéndase que utilizo el término "pajillero" en un tipo de persona que no reconoce abiertamente su afición por la pornografía o por el erotismo, y que por eso choca en ideas con lo que luego refleja al escribir sobre sus cómics preferidos en los foros... Yo soy abiertamente consumidor de erotismo y pornografía, y coherente con otros gustos, tanto como lector, como creador.

Iván Sarnago, dibujando superhéroes que sí tendrán SEXO (y mucho), en www.xnographic.com