Mostrando entradas con la etiqueta Bang ediciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bang ediciones. Mostrar todas las entradas

sábado, 29 de junio de 2013

Spain is Pain #121: Apologia del Slapstick.

Portada de la 1ª edición de Mox Nox

Inquietante y perturbador. Así es como podríamos definir Mox Nox (Bang Ediciones, 2013) el último trabajo de Joan Cornellà, una de esas obras que permanecerá en nuestras retinas durante mucho tiempo y que no dejaremos de recomendar a nuestros amigos, tanto por lo arriesgado de la apuesta como por lo acertado de la misma. Por lo general, este tipo de narrativas suelen encajar muy bien  en publicaciones periódicas bien de carácter semanal o quincenal, y en todo caso para una aparición regular en internet.

Y ha sido en la red donde han ido apareciendo poco a poco y creo que han tenido bastante éxito, no solo entre el público lector de cómic  sino entre lectores ajenos al medio. Queda claro pues que la apuesta de Cornellà tanto por una simplicidad visual, como por una narrativa gráfica sencilla, así como por una narración en la que nadie es capaz de perderse; son las claves del éxito de este trabajo. Si bien lo raro y lo transgresor de esta colección de microhistorias queda patente, ¿de dónde surgen estas historias donde la violencia es el leitmotiv de la narración?

Sin ánimo alguno de establecer una taxonomía, y pensando que me puedo equivocar en todo lo que digo, me gusta pensar en Mox Nox como en una extensión del slapstick el género cinematográfico definido así en Wikipedia: “a type of broad physical comedy involving exaggerated, boisterous actions (e.g. a pie in the face), farce, violence and activities which may exceed the boundaries of common sense.” (Cojo esta definición por lo acertada y acotada de la misma)


Lo primero que nos encontramos en Mox Nox son acciones de violencia sin sentido desencadenadas a partir de patrones instaurados en la sociedad bajo el título de usos y costumbres; y que provocan una satisfacción personal a: aquellos que cometen los actos violentos, los que salen beneficiados de estos y circunstancialmente a aquellos que sufren la violencia en sus carnes. En ocasiones estos últimos cumplen ese triple rol de ejecutor, beneficiado y víctima, de manera que la autoinflicción de dolor se convierte en una forma de aceptación social.

Sin embargo, no se trata de una violencia descarnada, la podríamos tachar de amable o singular, pero no malvada. Es el contexto social el que pervierte toda la situación, a pesar de que a lo largo de toda la obra, y cuando hablamos de obra en este caso es tanto el libro como las tiras que el autor va publicando en internet, hay un elemento que predomina en todas ellas: la sonrisa. Una sonrisa blanca como el contexto visual que envuelve estas historias de una sola página en las que brilla por encima de todo la utilización de unos colores poco asociados con el tremendismo social de estas viñetas,  y más vinculado a la comedia; eso hace que se acentúe la sensación de extrañeza. Esos dos elementos nos ayudan a dibujar un tercero: los personajes. Estos son perfectos, de anuncio de teletienda (pero solo aquellos que utilizan el producto anunciado, los otros no, que no dejan de ser una combinación de taras físicas y mentales más allá de la comprensión humana), son seres que parecen tener la solución perfecta en el momento adecuado en una especie de utopía kitsch desnaturalizada.


En ese sentido tendríamos que analizar de manera somera la resolución de los relatos, estos están basados en causa-efecto, las decisiones que toman los personajes son el leit motiv de la historia. La solución al problema, el gag, el toque cómico, lo que nos hace sonreír es la solución desviada que nos aporta el autor esta nos plantea un doble dilema: ¿hasta qué punto lo que estamos leyendo es exageración y has que lo es sobre lo extraño de nuestra sociedad y sus acomodos sociales cargados de convencionalismos? Es ahí donde el lector debe interceder y encontrar su propia resolución.


En todo caso el universo de Mox Nox sigue creciendo, aparecen nuevas páginas en forma “Quick Guide to…” en la que podemos ver las instrucciones para resolver los problemas menos convencionales que pueden aparecer en nuestro día a día. En resumen gran trabajo de un autor que va creciendo día a día.

Portada de la 2ª edición de Mox Nox

                                                                                                                      @Mr_Miquelpg

sábado, 13 de octubre de 2012

Spain is pain #71: Happiness is a warm gun.



En un momento de la canción de The Beatles que da título a este post  dice: “I need a fix cause I'm going down”, que traducido sería algo así como “necesito una dosis que estoy de bajona (sic)”. Lo físico y lo material como elemento transicional que nos conduce a la felicidad o un simulacro de la misma.

En Los Caballos (Bang, 2012) de Miguel B. Nuñez se sigue el mismo principio que en la canción de los de Liverpool. Stanford, una suerte de trampero, del que se dice que ha sido criado por osos es contratado por un capataz para encontrar los caballos desaparecidos del jefe de este último. La búsqueda de los equinos obliga a estos dos personajes a emprender un viaje que inesperadamente se convierte en una búsqueda metafórica que va más allá de lo material, en el que los obstáculos que aparecen a lo largo del camino son pequeños elementos catárticos los cuales poseen una doble función: la de escalar a nivel narrativo la historia y la de mostrarnos el pasado y la introhistoria de este relato.

Los Caballos es el según título que este año nos regala Miguel B Nuñez, el anterior King Egg es una de las mejores obras publicadas en los últimos meses, y el título que nos ocupa hoy sigue en la misma línea pero diferenciándose en un aspecto básico, si en King Egg el leit moiv narrativo es la simplicidad en Los caballos una sencilla historia de búsqueda se convierte en una puesta en abismo en el que la historia principal encierra otras historias y éstas nos conducen a otras, y todo esto en tan solo 60 páginas. El capataz requiere los servicios de Stanford y estos son confundidos con un oso por un arponero que tiene su barco varado en tierra firme. Stanford sale en busca del ursido y  nos descubre la historia de este y de porque ataca al arponero. Y entre todas las historias entrelazadas y encajadas descubrimos el pasado de Stanford algo que ha lastrado su vida por completo.

A todo esto hay que sumarle el desarrollo visual de la historia y un uso de los colores que redunda de manera positiva en la narrativa  de este título siendo parte fundamental de éste. Pero no todo queda ahí, la estupenda edición por parte de Bang Ediciones hace que este cómic no solo sea excelente por dentro sino que también lo sea por fuera. Para mí Los Caballos de Miguel B. Núñez es uno de los imprescindibles del año. Y ya van dos de este autor.

                                                                                                                                          @Mr_Miquelpg