Hay personajes que viven de la
casualidad, de encontrarse las cosas y desarrollar sus peripecias a través de
las sorpresas que se va encontrando por el camino: son los aventureros. Pero no
me refiero a aquellos que siempre parece que al final de la aventura lo tienen
todo calculado para que los acontecimientos se desarrollen tal y como ellos
quieren y hacen quedar en ridículo a sus contrincantes. Me refiero a los
aventureros de verdad, a aquellos a los que la vida en ocasiones les sonríe pero
en la mayoría de ocasiones les viene todo en contra y aun así sacan provecho de
la situación, y no siempre de carácter material.
En ese grupo nos encontramos a Dieter
Lumpen protagonista de diferentes aventuras recopiladas por Astiberri en el
volumen Dieter Lumpen (2014) de Jorge
Zetner y Rubén Pellejero, en el que se recogen los diferentes periodos de las corredurías
de este personaje. Lo primero que sorprende es la frescura con las que se leen
estas historias, algunas de las cuales tienen casi tres décadas, tanto por el
trazo limpio y descriptivo de Ruben Pellejero que no se ve lastrado en ningún
momento por el tiempo como por los guiones descargados de contextos temporales contemporáneos
que hace que las aventuras de este personaje sean atemporales.
Gran parte de las narraciones de
aventuras nos cuentan las historias de un personaje protagonista que se
envuelve de secundarios que lo rodean y que lo siguen tanto a su favor como en
contra, en ocasiones la figura del sidekick se convierte en fundamental para
entender la devoción en torno a la iconicidad del aventurero. Aunque podamos
considerar a Dieter Lumpen como un aventurero nato, en realidad no lo es,
siempre que consigue un poco de estabilidad se asienta para llevar una vida lo más
simple posible pero siempre hay una razón para que terceros lo incluyan en sus
indagaciones o en sus miserias. De ahí lo estupendo y brillante del giro que
Zetner le da al concepto de héroe aventurero, técnicamente Lumpen es el
sidekick de otros personajes que buscan algo o a alguien.
Por lo general no son secundarios al
uso sino que tienen algo de mágico, de hecho el peso del contexto estético
cumple los parámetros de la aventura, las historias se desarrollan en los
lugares arquetípicos de la aventura durante la primera mitad del siglo XX:
Turquía, el caribe, la India, Tunez, etc. Espacios que por aquel entonces aun
cabía en las narraciones un pequeño espacio para lo fantástico, y yo me
pregunto ¿acaso no son mágicos esos personajes que impelen a la aventura a
Lumpen? La anciana Frau Früling, que es capaz de empuñar un revolver o engañar
a un anticuario turco para recuperar un recuerdo de juventud; el viaje que
emprende con Kurtz una aventura espiritual en toda regla; la casa encantada,
Paulino el amante de la boca dorada que ha permanecido joven durante décadas,
el commendatore Giussepe Giulliani quizás el personaje más mágico de todos por
su inocencia y su buena voluntad; el Chino, compañero de pesca del protagonista
que parece manipular el destino de todos los que le rodean a su antojo; o el
entorno fantástico en que se desarrolla El
precio de Caronte, la última aventura de Lumpen. En cierta manera estos
personajes con sus características son los que vencen la oscuridad que hay a su
alrededor.
Otro aspecto que redunda en ese
aspecto de aventura mágica es que Lumpen a pesar de ser un don nadie que lo
único que busca es una buena compañera de cama y una vida tranquila, es que
todo el mundo lo conoce, todos saben quién es y a que se dedica. Aunque muchas
veces sean un mero acompañante con pocas habilidades, a pesar de que su mera
presencia sea lo único que garantiza la seguridad de los otros personajes pero
que en ocasiones tienen que cuidar de él.
En Dieter Lumpen nos encontramos las aventuras de un personaje que urgía recopilar y ponerlo en presente. Se trata de aventuras para adultos pero no son las típicas historias de género que redundan la suciedad de la sociedad, sino que se habla de los avatares de la vida de como la casualidad configura nuestro retrato vital más que aquello que planificamos o el recorrido vital que intentamos marcarnos. Un cómic imprescindible en nuestras estanterías y que seguro que leeremos y releeremos más de una vez.
En Dieter Lumpen nos encontramos las aventuras de un personaje que urgía recopilar y ponerlo en presente. Se trata de aventuras para adultos pero no son las típicas historias de género que redundan la suciedad de la sociedad, sino que se habla de los avatares de la vida de como la casualidad configura nuestro retrato vital más que aquello que planificamos o el recorrido vital que intentamos marcarnos. Un cómic imprescindible en nuestras estanterías y que seguro que leeremos y releeremos más de una vez.
@Mr_Miquelpg
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