Son numerosos los casos en los que un
cómic ha sido adaptado a la gran pantalla pero el caso que nos ocupa aquí es el
proceso inverso, cómo una magistral película de zombies es adaptada al formato
cómic, el encargado es Chris Ryall y el dibujo corre a cargo de Zach Howard, en
nuestro país fue editado por Norma Editorial. Shaun of the Dead o Zombies
Party (título dado en español que destruye el chiste fácil de vincularla
con Dawn of the Dead de George A.
Romero) es una película que encierra innumerables aciertos y que da una vuelta
de giro a todo lo que se había visto hasta el momento sobre los zombies, sobre
todo gracias a un exquisito humor británico que hace automáticamente te olvides
del estilo norteamericano o de los films basados en él y donde el absurdo, la
crítica a la sociedad londinense y la cotidianidad:
casa-pakistaní-trabajo-pakistaní- pub son todo una bomba argumental y visual de
la que nunca puedes salir.
Creada por Simon Pegg, el protagonista,
y Edgar Wright, su director y contando
en el reparto con Nick Frost ¿qué más se le podría pedir a esta obra?. Además
de su adaptación al cómic, que no es gran cosa, ya que parte del juego
audiovisual es imposible de plasmar en el papel, lo siguiente sería hacer un
par más de películas de temática diferente pero que contenga parte de los gags
construidos en la primera entrega, es por eso que tenemos Hot Fuzz (2007), la parodia sobre policías, asesinos en serie y
todo ello ambientado en un bello pueblo británico de modales y gustos,
aparentemente, exquisitos. A la que se
le sumará en un breve período de tiempo la tercera parte de la trilogía, The World´s Ends (2013), que trata sobre
extrañas fuerzas misteriosas que se ciernen sobre el pueblo donde los
protagonistas pasaron su infancia y al que regresan para reencontrarse.
Cuando vi por primera vez esta película
no sabía absolutamente nada sobre ella, solo que estaba siendo reproducida en
mi salón. Al principio no eres capaz de descubrir el rastro de migajas
argumentales y visuales que te ofrece la película y es por eso que Wright y
Pegg se encarguen de hacer un segundo barrido para que a partir de las primeras
noticias emitidas por televisión tú también seas capaz de darte cuenta, pese a
que sus protagonistas no lo hagan al mismo tiempo que tú, he ahí parte del
juego, de que el mundo está plagado de zombies y están ante lo que parece ser
el fin de la existencia tal y como la conocen. Creo que sería innecesario
mencionar aquí los incontables gags,
chistes y demás toques de humor que hacen que la película adquiera un ritmo
trepidante, siniestro y desternillante y su posterior herencia a la trilogía,
pero sí creo que es necesario hablar sobre la maestría de su director. Wright
sabe hacer de las mejores transiciones
visuales que he visto y como director impregna la obra con su sello y marca de
distinción absoluta, hasta cuando homenajea otras cintas de forma sutil.
Les recomiendo que le echen un vistazo
a esta entretenidísima película de la que no he conocido a nadie que le haya
defraudado, pero antes y dado que ahora
es verano, cómprense unos cornettos y disfruten del visionado con uno en la
mano, no se arrepentirán.
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