miércoles, 21 de agosto de 2013

Sesión Numerada #21 Shaun of the Dead (2004). Nunca digas que es una película de zombies



Son numerosos los casos en los que un cómic ha sido adaptado a la gran pantalla pero el caso que nos ocupa aquí es el proceso inverso, cómo una magistral película de zombies es adaptada al formato cómic, el encargado es Chris Ryall y el dibujo corre a cargo de Zach Howard, en nuestro país fue editado por Norma Editorial. Shaun of the Dead o Zombies Party (título dado en español que destruye el chiste fácil de vincularla con Dawn of the Dead de George A. Romero) es una película que encierra innumerables aciertos y que da una vuelta de giro a todo lo que se había visto hasta el momento sobre los zombies, sobre todo gracias a un exquisito humor británico que hace automáticamente te olvides del estilo norteamericano o de los films basados en él y donde el absurdo, la crítica a la sociedad londinense y la cotidianidad: casa-pakistaní-trabajo-pakistaní- pub son todo una bomba argumental y visual de la que nunca puedes salir.

Creada por Simon Pegg, el protagonista,  y Edgar Wright, su director y contando en el reparto con Nick Frost ¿qué más se le podría pedir a esta obra?. Además de su adaptación al cómic, que no es gran cosa, ya que parte del juego audiovisual es imposible de plasmar en el papel, lo siguiente sería hacer un par más de películas de temática diferente pero que contenga parte de los gags construidos en la primera entrega, es por eso que tenemos Hot Fuzz (2007), la parodia sobre policías, asesinos en serie y todo ello ambientado en un bello pueblo británico de modales y gustos, aparentemente, exquisitos.  A la que se le sumará en un breve período de tiempo la tercera parte de la trilogía, The World´s Ends (2013), que trata sobre extrañas fuerzas misteriosas que se ciernen sobre el pueblo donde los protagonistas pasaron su infancia y al que regresan para reencontrarse.



Cuando vi por primera vez esta película no sabía absolutamente nada sobre ella, solo que estaba siendo reproducida en mi salón. Al principio no eres capaz de descubrir el rastro de migajas argumentales y visuales que te ofrece la película y es por eso que Wright y Pegg se encarguen de hacer un segundo barrido para que a partir de las primeras noticias emitidas por televisión tú también seas capaz de darte cuenta, pese a que sus protagonistas no lo hagan al mismo tiempo que tú, he ahí parte del juego, de que el mundo está plagado de zombies y están ante lo que parece ser el fin de la existencia tal y como la conocen. Creo que sería innecesario mencionar aquí los incontables  gags, chistes y demás toques de humor que hacen que la película adquiera un ritmo trepidante, siniestro y desternillante y su posterior herencia a la trilogía, pero sí creo que es necesario hablar sobre la maestría de su director. Wright sabe hacer  de las mejores transiciones visuales que he visto y como director impregna la obra con su sello y marca de distinción absoluta, hasta cuando homenajea otras cintas de forma sutil.




Les recomiendo que le echen un vistazo a esta entretenidísima película de la que no he conocido a nadie que le haya defraudado, pero antes y dado que  ahora es verano, cómprense unos cornettos y disfruten del visionado con uno en la mano, no se arrepentirán.  

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