domingo, 22 de abril de 2012

Quiero ser como J.J.Jameson! Hoy: El cómic fantástico en España


Saludos, verdaderos creyentes!

Como cada vez que nos leemos, hoy intentaremos repasar algún problema que podamos achacar a la industria comiquera, los autores, los lectores, los editores y al mundo en general, pues ésta es la sección donde cada uno puede decir lo que piensa sin ningún tipo de traba.

No tenía ni idea de sobre qué iba a escribir esta semana hasta hace dos días cuando, a través de Twitter, se originó una conversación-discusión (amigable, eso siempre) entre los divulgadores Sepelaci (sepelaci.com) y Sebas (del podcast 2 frikis y 1murciano), los autores Javier S. Aranda (Marksmen, D&D, Star Trek) y Jordi Bayarri (Magia & Acero, Entre Tinieblas), y yo mismo. Nos preguntábamos, a instancia de un tweet mío, el porqué de la casi total inexistencia de cómic fantástico patrio. 

Primera respuesta: no vende. 
Primera conclusión: Falso.

Juego de Tronos es fantasía, The Hungry Games igual, El Señor de los Anillos y su esperada secuela con la bilogía de El Hobbit están fuera de duda... entonces, ¿qué?

Segunda respuesta: no son españolas, sino de EEUU. En España no gusta el fantástico.
Segunda conclusión: Falso.

Series de TV como Los Protegidos o Ángel o Demonio nos demuestran lo contrario. Sigamos buscando.

Tercera respuesta: El cómic no es una serie de TV, a ver la tele uno se sienta, el cómic hay que comprarlo y leerlo, y la gente no lee.
Tercera conclusión: Falso.

Las ventas de libros como las sagas de Crepúsculo y Los Juegos del Hambre, cómics como El garaje hermético, uno de los más vendidos de lo que llevamos de año, nos vuelven a llevar la contraria. Nos estamos cansando...

Cuarta respuesta: los autores españoles no hacen fantasía.
Cuarta conclusión: Falso.

Jordi Bayarri y Víctor Santos se encargan de rebatirlo con sendas obras.

Quinta respuesta: La culpa es de los editores que creen que no venderán, por lo tanto ni prestan atención a los autores que trabajan el género.
Quinta conclusión: Eh... uhm... nos vamos acercando. La "novela gráfica" se lleva de calle a los  editores en nuestro país.

Se apunta también a que habría que confiar basándonos en lo que sí se vende en otros mercados y medios, se hace hincapié en la (casi) nula promoción editorial y otros fallos cometidos por éstos. La promoción de la cultura, etc. Pero también se nos escapan los divulgadores y difusores. Es más fácil y da más prestigio hablar de "tal novela gráfica sobre un biopic" o incluso una "novela (autobio)gráfica", que aparecer en una columna de opinión hablando de, por poner un ejemplo de una obra de fantasía que a su vez es increiblemente buena, El Héroe, de David Rubín (y ya hablamos de una a la que sí le han dedicado algún que otro espacio). Alguien apunta que los medios especializados no marcan diferencia... y los generalistas, si dedican espacio al cómic, ni se consultan. Entonces... ¿respuestas?

Algo sobre lo que pensar. Nos leemos.

EXCELSIOR!

8 comentarios:

  1. La palabra clave es "prestigio". No es la primera vez que sale esta palabra en una conversación sobre el tema. El prestigio es lo que obnubila a mucha gente y no les permite ver el verdadero problema. Supongo que este ansia de prestigio está causada por la poca consideración que el cómic ha tenido siempre entre la gente "normal".

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  2. Lo que yo comenté, y creo que alguién más también, es que el cómic de fantasía español no vende. Los Protegidos no es "fantasía" como la de Juego de Tronos y es una serie de Globomedia. Por otra parte, comenzad a desengañaros. Los tebeos no los lee más que los frikis. Las novelas gráficas, igual alguien más.
    Un saludín

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  3. Que no nos lee ni el tato lo sabemos. Pero, como tu apuntas, los que leen novelas gráficas tampoco son muchos más. Entonces, ¿por qué se publican de estas últimas y no historias de fantasía?

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  4. Muchas veces son los propios aficionados (y autores) los que, mediante la llamada novela gráfica intentan justificarse ante el exterior, bien por vergüenza, bien por una respuesta inconsciente de que ellos mismos no creen en la dignificación del cómic (cuando no la necesita) y la fantasía.
    Y parece haberse instaurado la idea (incluso entre sus propios exégetas) de que la novela gráfica tiene que ser por definición gafapasta, ajena a lo comercial y/o autobiográficos; y siempre con un moderado desapego a la exigencia en la parte gráfica. Y no creo que sea deseable, dentro del formato bien puede caber una historia comercial, fantástica, erótica, periodística, de ciencia-ficción... sin necesidad de renunciar ni al formato, la extensión de páginas o la intención de discurso -ejem- "adulto".

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  5. Cuando llegue el día en el que en los institutos y colegios, en clase de lengua/literatura no solo obliguen a los chavales a leer "La casa de Bernarda alba" sino "Persepolis", "Maus", "Watchmen"... etc, etc, entonces el cómic dejará de ser visto una cosa para niños o para frikis gordos y vírgenes.

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  6. Yo propongo una teoria multicausal: en primer lugar la publicidad que pueden recibir las sagas fantasticas en EEUU, ya sean libros, comics, series, etc. es infinitamente mayor que la que pueden recibir aqui. Mas que prestigio, lo que yo veo es un mercado consolidado, que aunque sea de frikis, es de unos cuantos millones de frikis. Segunda causa: lo que es bueno es bueno y lo que no, pues no. Sinceramente no creo que las series espanolas de fantasia, al menos las que conozco (y aqui entra lo de la publicidad) puedan compararse a aquellas que se han mencionado (Tolkien, Juego de Tronos, etc.). Hay que tener un buen producto primero, luego saber venderlo y por ultimo, que tenga lectores, que yo personalmente si creo que los hay. En cuanto a lo del comic para frikis gordos y virgenes... creo que poco a poco se esta desterrando el topico. No es cuestion de prejuicios sino simplemente de curiosidad. Yo leo comics porque de pequena me ensenaron a leer con ellos, lo mismo que por lo que leo libros. No todo el mundo tiene la suerte de tener un padre friki. Tiempo al tiempo.

    Perdon por el tocho de texto y las faltas. Estos ordenadores ingleses...

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  7. Hola, por alusiones -que agradezco enormemente, vaya por delate- intervengo:

    Sinceramente, yo creo que hay que quitarse, de una vez por todas, la venda del blanco o negro de los ojos. Son cómics; no es Barça-Madrid, no es PSOE-PP. no es Pijameo-Gafapastismo, SON TEBEOS.

    Achacar la "falta" -lo entrecomillo pq yo no considero que sea así- de éxito del cómic de fantasia español a la novela gráfica, lo siento, pero a mi entender es una FALACIA.

    La NG no jode a nadie, a ningún tipo de cómics, no crea getto sino más bien todo lo contraro; abre mercado.

    Mi obra "El Héroe", que mencionas en el post, es una obra de fantasía heróica, llena de mamporros como catedrales, de monstruos, de dioses y mitología y de batallas épicas - y tambien de lirísmo y poesía, y amor por el género de los SH, además de muy personal y de tocar temas que yo considero universales e importantes-, si, así la pensé desde un comienzo y así ha resultado, y es , además, una NOVELA GRÁFICA, ya que sin la apertura de miras editoriales y de lectores que nos ha brindado la novela gráfica, una obra como esta, y de sus características, sería impensable en nuestro mercado -al igual que en otros mercados internacionales-.

    Al final el género es lo de menos, solo importa una cosa, si es un buen tebeo o no, si es más de lo mismo pero a la española -esta frase, por desgracia, se suele traducir por "más de lo mismo pero en cutre"- o es algo nuevo, algo que genera interés y que funciona ante un espectro variado de lectores, no solo los de fantasía heroica.

    El Héroe, por suerte, está vendiendo bien en España e Italia, a ver que tal en Francia, que sale en breve, y si vende bien, creo yo, es porqué es un tebeo de fantasía pero de AUTOR, una novela gráfica realizada no solo para los lectores de fantasía heroica, sino para un público general, que puede gustar al fan más acérrimo de los SH como a alguien que solo ha leído Maus y Persépolis. Esa siempre ha sido mi intención, pq yo, como autor y lector busco lo mismo; la pluraridad; disfruto igual leyendo Ultimates que Jimmy Corrigan o David Boring, disfruto igual de Tarkovski que de Spielberg.

    Hacer fantasia heroica no implica, ni obliga, a amoldarse a un cánon preestablecido, puede innovarse dentro del género, deformar el género, mezclarlo con otros, darle vida. Da igual si la historia está mil y una veces contada, como la de Heracles, el tema es cómo la cuentes tú, eso es lo que la hace diferente e interesante.

    Juego de Tronos triunfa pq no solo es una buena novela de fantasía heroica, sino porque es un libro muy bien escrito, que cuenta cosas interesantes, que presenta personajes complejos, no arquetípicos, que se quedan en el incosciente del lector, por eso triunfa no solo entre los fans de la fantasía, sino entre el público en general, ese que TAMBIÉN lee novela gráfica, que es MUCHO MÁS ÁMPLIO, porque es un buen libro. Son buenos libros. Bien hechos. Bien escritos. Que inventan, aportan y sorpreden.

    Hay que dejar de llorar por las esquinas y esas fuerzas que se gastan en lamentos invertirlas en imaginación, en sorprender al lector, no en darle lo que él se espera leer. Y, sobretodo, no buscar culpables dónde no los hay, sino dejar de mirarse el ombligo y preguntarse pq lo que uno hace no vende.

    Igual es que no es un buen tebeo, dejando totalemnete aparte el género al que se suscriba la obra.

    Eso es lo que queda al final, por encima de gustos personales e intenciones; los buenos tebeos y los que no lo son.

    Y en nuestras manos está, es nuestro deber como autores, hacer los mejores tebeos posibles, dar el máximo de nuestro taleto en ellos, sea este, el talento, extraordinario, bueno, malo o nulo, eso ya es cosa de cada cual y del gusto del lector.

    Pero llorando y quejándonos, no vamos a conseguir que se vendan más tebeos, sea cual sea su género.

    Siento el rollazo que os acabo de meter.

    Un fuerte abrazo a todos!

    d.

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  8. Yo creo que hay varias cuestiones que en este debate siempre se confunden. Como bien dice Carmen, lo que vende es que las obras tengan un respaldo promocional como el que tienen las grandes producciones de fantasía americanas o las series de TV. Y deben ser, además, buenas obras, como dice David, independientemente de que sean novelas gráficas o no.
    El problema es que muchas veces el debate parte viciado, porque la cuestión es errónea: que sea de género no significa que sea un éxito. Por desgracia para los editores y productores, el conocimiento a priori en la industria del espectaculo es mínimo, y así se dan los grandes castañazos de taquilla. Es evidente que, hoy por hoy, los grandes superventas son generalmente de género fantástico, pero eso no significa que TODO el género fantástico venda. De hecho, el 99% del género fantástico tiene unas ventas/audiencias míseras. No tiene absolutamente nada que ver con que los editores vayan a editar más Novela Gráfica o por el prestigio, no nos equivoquemos: lo que quieren los editores/productores es ganar dinero, lógicamente, pero en un mercado tan escuálido y raquítico como el español, con un porcentaje de ventas (y de lectores) tan bajo, apuestan por lo seguro, por ese grupo de compradores activos que están apostando por un tebeo adulto de temática más social o general que encabeza con éxito la novela gráfica. Pero ojo, con ventas mínimas, algo por encima quizás de la media, pero muy bajas para lo que se considera un éxito de audiencia o ventas. Es lógico que, en esa tesitura, los editores apuesten por este tipo de obras: es posible que una obra de género pudiera atraer a más lectores no habituales, pero supondría una inversión promocional importante que la gran mayoría de editoriales (la mayoría liliputienses) no pueden afrontar. A lo que hay que añadir que la apuesta es siempre una lotería: el género fantástico puede hacer más amplio el público potencial, pero no garantiza el éxito, ni mucho menos (he oído John Carter por ahí???), razón de más para no andar haciendo experimentos con gaseosa.
    No hay que buscar razones oscuras ni confabulaciones: es una cuestión de pura lógica y sentido común, a poco que se conozca cómo funciona el mercado y a los editores, muy, muy conservadores, que apuestan sólo por aquello que les ha funcionado y con unas posibilidades reales de inversión promocional mínima.

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