martes, 17 de enero de 2012

DIAL 777 POSTÉPICOS, 7 – BULL DAMN CITY-ZOMBIES

Visceral portada de un entretenimiento
de masas y capricho de amigos
Onanismo gráfico inútil e innecesario sacrificio de árboles causado en su impresión, este tebeo es un compendio de tripas y tiros tipo ABIERTO HASTA EL AMANECER (QUENTIN TARANTINO/ROBERT RODRIGUEZ) para hacérnoslo divertido y potable. El notable empleo de palabrotas y expresiones zafias enmascaran un vaporoso/vacuo/inexistente ‘argumento’ que, se intuye, brota de un hecho real: la boda de uno de sus autores (primeros espadas de la narración gráfica nacional), y que, durante la francachela resultante, se urdió este artefacto, ‘divinamente’ inspirados por los vapores etílicos y la distensión del momento.

Sus responsables, por tanto, nos ofrecen una irreverente mascarada compuesta por una saga de historietas donde, ellos mismos, se parodian y parodian a sus camaradas, se descuartizan y mutilan alegremente, mutilan y descuartizan a todo Dios, en el episodio a su cargo. Como peregrina especulación, notamos la intencionalidad que guarda el título: ¿homenajean/refieren/elogian al BULLPEN de MARVEL, recreando, en esta necrófila fábula, toda la plétora de talentos del BullDamn Dolmen? Ahí queda la duda.

Y, en consonancia con el cómic, vamos a darle a la reseña un tonillo “oestero”. Y, así, ‘abre el tiroteo’ PÉREZ, quien marca la línea del recopilatorio. El generoso dispendio del lenguaje soez restalla con violencia en la boca de los convidados, expresiones capaces de asustar en el puritano y timorato Este, ¡seguro!, pero que aquí son pecata minuta, pues ¡esto es el Oeste, muchachos, tierra de gente fuerte con la tripa blindada! Cagamos tabaco y meamos whisky. Destacamos, de este florido plantel de cactos y putrefactos desvaríos varios, lo de BARBAS Y CHARPECO (te hemos calado, CARLOS PACHECO), lo que permite tomar la temperatura satírica de la obra, masiva sarta de ostras de la pradera servidas en pútrido cesto.

La BANDA DEL AGUJERO EN EL BUEN
GUSTO y familias. Encantados de saludarles
A destacar (sí, claro que sí) el fuerte, ágil y claro trazo de ENRIQUE VEGAS entre los de FUSTER y VÍCTOR SANTOS (que aquí ha abandonado la línea románica que también tiene, en parte, su saga LOS REYES ELFOS), sobre todo por la marca de su hierro: la despejada amplitud de la frente de sus diseños, los cuales hacen, además, doblette con el vermiforme happy end del tebeo.

Del cowpuncher Víctor Santos (sin parentesco) a observar, como leve nota negativa, que su dibujo realista está sangrante; opinamos que debe asarse un poco más. Quizás estas praderas del realismo sean unas que no le sientan bien a la virilidad de su lápiz.

Los pin-ups despiden clara intención de ensalzar la totalidad de la obra, aunque su ejecución recuerda a las páginas “intercaladas” (las que ha ido agregándole al relato original con los años) de JAMES O’BARR a THE CROW, saga con la que este BullPen… digo, Bull Damn City-Zombies guarda un extraño paralelo. Quizás sea por el formato, el B/N, la indefinición de ciertas viñetas. Como sea: The Crow (nunca mejor dicho) es un espectro que arroja sombra sobre el compendio gráfico de este tebeo.

Al menos, un toque de calidad, el que
aporta ENRIQUE VEGAS y sus
conocidos/reconocibles cabezones
La grosera y repelente portada de este esfuerzo coral al menos avisa de la poderosa constitución anímica que se debe tener para “paladear” estas pestilentes y gusanosas páginas. Una ojeada superficial a su contenido sugiere vérselas con una versión patria del POR UN PUÑADO DE SANGRE, insustancial memez pseudoerótica firmada por KEVIN EASTMAN y SIMON BISLEY. Pero, no. Bull Damn City-Zombies es “otra cosa”, según indica el prólogo de POLLS, quien simula ser un semianalfabeto corresponsal, en aparente estado de inspirada ebriedad, escribiendo una carta que aporta a la riqueza de nuestro lenguaje un par de palabros (desparecido; Missipi), con lo cual le gana butaca en los altos salones de la filología.

Bull Dam City-Zombies, acabando, es una lectura que satisfará ampliamente el gusto del lector todoterreno, sin duda, capaz de triscar por sus escabrosas irregularidades con la eficacia óptima del mejor jeep, encontrando wunderbar! sus planchas. Pero el resto, que enseguida vemos la no-gracia a este trasto, cometeríamos soberano error (punible con fiesta de corbata) si perdiéramos más tiempo del indispensable en husmear sus sórdidas viñetas, sobre todo, habiendo tanta maravilla a nuestro alcance, mucho menos hedonista y más saludable y asequible.

3 comentarios:

  1. Y con cuatro cargadores disparados Antonio "El rápido" Santos, no ha dejado zombie con cabeza ;)

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  2. Ya ves la incisión de este material en el vulgo que sólo tú opinas.

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  3. No te creas, Nacho ha comentado por Facebook y ahora los comentarios se pierden mucho con los lectores y redes. Pero el tiro certero esta ahí, y no se puede negar, no?

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