DIAL 777 POSTÉPICOS, 6 – ¿QUÉ FUE IMAGE?

El título que iba a romper el mundo
(del cómic). Ilusiones sí que partió

Desde la perspectiva del lector, puro y duro, que tenía contada información (o sea, la que transmitía la publicación de FÓRUM que siguiera, amén de otros comentarios entre fans), Image, la independiente liderada por TODD MCFARLANE, se trataba de una andanada en plena línea de flotación de un mundo editorial viciado acostumbrado a mangonear al autor de numerosas formas. Junto a DARK HORSE, Image suponía la rebelión, llamándose movimiento de regeneración y dignidad, que abominaba de esas nefastas prácticas y pensaban sanear un mainstream (dejémoslo ahí) que se aguantaba por inercia en las estanterías, aunque con crecientes dificultades.

Una decadencia salvaje carcomía numerosos títulos y estaba espantando a los lectores; aun los llamados MARVEL ZOMBIES tenían cada vez más problemas para aceptar lo que LA CASA DE LAS IDEAS les ofrecía mensualmente, enrevesadas y anodinas líneas argumentales con personajes que sufrían inefables transformaciones a manos de guionistas torpes o zumbados que no sabían cómo terminar lo empezado, ni por ellos mismos; iconos, a su vez, adulterados, muertos, resucitados, refritos, repescados. Como estrategia final de ventas, aparecieron los hologramas en cubierta, expresión total de la calidad del tebeo: ni el dibujo, ni la trama, ni la saga podían ya venderlo. Para más inri, el MANGA irrumpía en Occidente ganando lectores; llegaron DRAGON BALL, ALITA, APPLESEED…, bocanadas de frescura en ese rancio Cosmos del tebeo de superhéroes.

¿Qué es esto, en realidad? ¿De qué
sirve tanto músculo, si luego no
cuentas nada, ni entretienes?

Los comienzos de Image coincidirán con el estallido de la hiperviolencia (LOBO, HARD BOILED, PREACHER, por citar algunos) que tampoco fueron solución. Y, visto en perspectiva, ALAN MOORE no nos ha hecho un favor con WATCHMEN, porque ahora todo Dios quiere hacer ‘su’ Watchmen. Y la crítica, para no complicarse la vida, cita Watchmen a la comparación, y ¡a otra cosa! ¿Por qué esos autores no se limitan a hacer su historia? ¿Tan poca confianza tienen en su labor?

Image, tras su fogosa ‘declaración de principios’ en la que defendía esos postulados de dignidad y justicia, de reconocimiento al autor, bombardeó el mercado con una tanda de colecciones que pretendían barrenar la carcoma. Con las mejores firmas de entonces (WHILCE PORTACCIO, JIM LEE, ERIK LARSEN, ROB LIEFELD…) comandando esas sagas, impactando desde sus planchas con los musculosos hipertrofiados y la heroínas neumáticas de talle de avispa, ladraron a los STAN LEE y los JULIUS SCHWARZT de turno: ¡AJÁ, SÍ, VEJESTORIOS! ¡LO HICIMOS, OS DESAFIAMOS! ¡Y SPAWN, FREAK FORCE, YOUNGBLOOD, SAVAGE DRAGON, os van a dar una paliza mala y de verdad!, volviendo por tanto febril el ambiente.

Se iban a cargar a todos estos y a los
de DC COMICS. Pues, fíjate, quién
firmaba estas planchas...

Pero ¿qué era Image en verdad? Pues eso: IMAGEN. Un espejismo. Porque ¿qué son esos títulos citados, escuadra destructora para tundir a SUPERMAN, BATMAN, LOS 4 FANTÁSTICOS o LOS VENGADORES? Mutaciones vergonzosas. Image fue un berrinche, constituido sobre un buen propósito, que se maleó por la simple razón de que el enfado, pueril, terminó. Quizás, uno de esos autores quería hacer una barrabasada en X-MEN y el editor lo prohibió. En un ataque de ego, se largó fundando Image. Doce números después, ¿qué leía el lector, otrora deslumbrando con los hologramas, los esperpentos de capas kilométricas y mórbidas referencias masoquistas, con un fetish soft nimbando a sus féminas? Que eran infames copias de Batman, Superman, CAPTAIN AMERICA, LOBEZNO. Y lo peor: mal MAL hechas.

Luego llegaron las luchas intestinas que terminaron por destrozar Image (dicen). Las impresionantes cifras de ventas de sus números uno han quedado como ejemplo de lo aberrante transformado en milagro. Durante unos meses, recuerdo, se comentaba que Image iba a comprar títulos punteros Marvel (Los 4 Fantásticos, IRON MAN, Los Vengadores), muy tocada entonces —al borde de quiebra, de cerrar—, y los publicarían bajo su sigul. Realmente, firmas que ladraron hasta enronquecer contra Marvel volvieron dóciles a la Casa de las Ideas a trabajar para quienes tanto denostaron.

¿Qué fue Image? Pataleta. ¿Sirvió de algo? Para masacrar bosques. Un vistazo al grueso de su material lo confirma. Y luego, el esperpento de amenazar con hundir DC COMICS y Marvel y luego reintegrarse a sus plantillas. Sin duda, ese fue el día en que la hipocresía ralentizó el mundo.